El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha ordenado hoy el ingreso en prisión de ocho de los quince detenidos ayer por acciones de violencia callejera, entre ellos el máximo responsable de la estructura de la ilegalizada organización SEGI en San Sebastián, Oier Llorente.

A estos ocho, según fuentes jurídicas, les imputa un delito continuado de estragos y otro de daños terroristas.

El responsable del juzgado de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional continuará el viernes tomando declaración a los siete restantes detenidos que fueron arrestados ayer en cumplimiento de la orden de busca y captura dictada por él cuando se disponían a entregarse en este tribunal.

Respecto a los ocho que hoy ha enviado a prisión, Grande-Marlaska ha llegado a la conclusión de que formaban parte de una célula "perfectamente organizada" que se repartía la influencia en San Sebastián por barrios y cuyos "taldes" estaban bajo la dirección ejecutiva de Llorente y Aitor Olaizola.

Además de éstos los seis restantes detenidos que han ingresado en prisión son Mikel Bargas, Adur Fernández, Nahikari Otaegi, Urko Labaka, Ion Imanol Igal, Beñat Apalategi e Imanol Bizente.

Todos ellos que han estado declarando ante el juez durante casi diez horas se han negado a que se les practicara una prueba de ADN.

Se les atribuye, como así ha concluido el juez, acciones de violencia callejera realizadas entre 2004 y 2007, especialmente durante las fiestas de la Semana Grande de San Sebastián.

En concreto, se les acusa de ataques con artefactos explosivos e incendiarios a la Ertzaintza, edificios oficiales, entidades bancarias y transportes públicos, objetivos que planeaban semanalmente.

Entre el material que se les ha incautado se incluyen placas de matrículas, fotografías de periodistas y documentación sobre el tren de Alta Velocidad en el País Vasco.

Los ocho que esta noche han sido conducidos a la cárcel más los siete que aún faltan por declarar integraban, de acuerdo con el Ministerio del Interior, la estructura juvenil SEGI de apoyo a ETA en la capital donostiarra y lograron escapar el pasado 7 de noviembre cuando la Policía llevó a cabo una operación para desarticularla.

Aquel día fueron detenidas cuatro personas, que se suman a los siete arrestos del pasado 30 de octubre, también ordenados por Grande-Marlaska dentro de esta operación.