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Jugadores robustos de fútbol americano corren más riesgo cardíaco: estudio

Reuters

Por Amy Norton

Los jugadoresprofesionales del fútbol americano disfrutarían de unaexpectativa de vida más prolongada que el resto de la población,pero los más robustos serían más propensos a morir porenfermedad cardíaca.

Los autores de un estudio efectuado en Estados Unidos ypublicado en American Journal of Cardiology siguieron a más de3.400 jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL,por sus siglas en inglés) activos entre 1959 y 1988.

Para el 2007, 334 habían muerto, lo que equivale sólo a lamitad esperada según la estadística promedio para la poblacióngeneral de Estados Unidos.

Pero los jugadores más robustos durante sus carrerasdeportivas eran los que más riesgo tenían de morir porenfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular (ACV).

Los defensores tenían un 42 por ciento más riesgo de morirpor alguna cardiopatía que la población general masculina deEstados Unidos: 41 de los 498 defensores murieron por una causacardiovascular.

Existen pruebas de que los cuerpos grandes de los jugadorespueden ser un factor de riesgo para la salud en el largo plazo,según recordó la autora principal del estudio, doctora Sherry L.Baron, del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral deCincinnati, en Ohio.

A menudo, la masa muscular de los atletas profesionaleseleva el índice de masa corporal (IMC). Baron dijo existe laidea de que tener un IMC alto de origen muscular no es tan malo.

"Pero esto demuestra que ser robusto y tener músculos en lajuventud podría tener un efecto en la salud en el largo plazo",dijo Baron.

El problema, para la autora, es que una vez que los atletasrobustos dejan de jugar, es muy difícil que mantengan losniveles de actividad física originales. A veces, las lesioneshacen que eso sea físicamente imposible.

El estudio demostró también que los jugadores con un IMC de30 o superior durante sus carreras, un valor que los calificaríacomo "obesos", eran dos veces más propensos a morir por causascardiovasculares que los jugadores más livianos.

Para el doctor Martin Goldman, cardiólogo del Centro MédicoMonte Sinai de Nueva York, el estudio tiene algunaslimitaciones.

Una es que se tuvo en cuenta la información de loscertificados de defunción, algo que a veces carece de precisión,ya que, por ejemplo, una muerte por sobredosis de drogas tambiénse puede certificar como una muerte por enfermedad cardíaca.

Además, los investigadores desconocían cómo el IMC habíacambiado en el tiempo o qué estilo de vida tuvieron los sujetosdespués de abandonar el campo de juego.

Aun así, Goldman consideró que lo importante es la idea deque el tamaño es clave.

"El tamaño corporal es lo relevante", dijo. Los jugadoresrobustos deben tratar de "reducir su talla" cuando dejan dejugar. Eso quiere decir que deben ingerir menos calorías.

FUENTE: American Journal of Cardiology, online 27 de enerodel 2012

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