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Juicio a 3 etarras por atentado en Madrid contra el subsecretario de la Policía Científica

EFE

La dirigente etarra Ainhoa Múgica y los presuntos miembros del "comando Madrid" de ETA Manex Zubiaga y Lexuri Gallastegi serán juzgados a partir del lunes en la Audiencia Nacional por el atentado en 2001 contra el subsecretario general de Política Científica, Juan Junquera, en el que éste y otras 96 personas resultaron lesionadas.

La desarticulación de este "comando Madrid", con la detención el mismo día de este atentado de Ana Belén Egües y Aitor García Aliaga (ya condenados por estos hechos a 1.042 años de cárcel), fue posible gracias a la colaboración de un "héroe anónimo" que les siguió con su vehículo.

El fiscal pide 32 años de cárcel para Múgica por pertenencia a ETA y depósito de armas y explosivos, y 1.553 años para Zubiaga y Gallastegi, a los que acusa, además de esos mismos delitos, de 97 tentativas de asesinato (las referidas a los heridos) y otros cinco de conspiración para el asesinato por las otras tantas autoridades que el "comando" planeaba matar: tres magistrados -dos de ellos de la Audiencia Nacional- y un concejal del PP de Madrid.

En su escrito de acusación, el fiscal, que recuerda la decena de acciones terroristas atribuidas a este "comando" tras la ruptura de la tregua en 1999, relata como el grupo planeó atentar contra Junquera el 6 de noviembre de 2001 después de haberlo intentado sin éxito en mayo y junio de ese mismo año mediante un coche-bomba.

Para perpetrar el atentado, el 6 de septiembre, Zubiaga y Gallastegi (hermana de Irantzu Gallastegui, compañera del ex dirigente etarra Javier García Gaztelu, "Txapote" -condenados ambos por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco-), robaron un vehículo al que entre los cinco miembros del "comando" le instalaron un artefacto explosivo.

Después lo aparcaron en la calle del Corazón de María en la confluencia con la calle del Cardenal Silíceo de Madrid, donde sabían que solía pasar el vehículo de Junquera.

El 6 de noviembre los etarras se trasladaron a ese lugar con un coche que habían sustraído el 2 de noviembre y entonces Aitor García, siguiendo las indicaciones de Egües, accionó el mando a distancia que hizo explosionar el coche-bomba en el mismo momento en que pasaba el de Juan Junquera.

Como consecuencia de la explosión, que causó numerosos daños materiales, el subsecretario y otras 96 personas resultaron heridas.

Mientras, los dos acusados se dieron a la fuga en el coche que habían sustraído el 2 de noviembre, pero un ciudadano les vio y sospechó que la pareja podía haber sido la autora del atentado.

Decidió entonces seguirles con su vehículo, a la vez que daba el aviso a la Policía a través de su teléfono móvil. Les persiguió hasta la calle de Baterías, donde los dos etarras se apearon del vehículo para seguir a pie su huida, hecho que comunicó a los agentes, lo que permitió que finalmente fueran detenidos en el cruce de las calles de Mandarina con Ciconia.

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