Este artículo se publicó hace 13 años.
Juncker se opone a una reestructuración total de la deuda de Grecia
El presidente del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona del euro), Jean-Claude Juncker, se opone "a una reestructuración total de la deuda" de Grecia pero no descarta una reestructuración suave.
En una entrevista con el diario alemán "Stuttgarter Zeitung", Juncker dijo que la reestructuración total de la deuda griega tiene tanto riesgo que "ningún inversor responsable se lanzaría a tumba abierta en ella".
Sin embargo, Juncker no descarta una reestructuración suave, es decir que los inversores acepten voluntariamente la prolongación de los vencimientos de la deuda.
Pero en caso de que se produzca esta reestructuración suave, no debería ser una medida aislada, sino "parte de un programa que ponga el acento en las medidas de consolidación", según el primer ministro de Luxemburgo.
"Nadie en Grecia debería tener la esperanza de que se puede renunciar a mayores esfuerzos e ingresos de privatizaciones", dijo Juncker.
Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de las catastróficas consecuencias que tendría prolongar el vencimiento de la deuda de Grecia u otras formas de reestructuración ya que la entidad no aceptaría esos bonos como garantía en sus operaciones de refinanciación.
El economista jefe del BCE, el alemán Jürgen Stark, dijo en Atenas que los bancos griegos perderían el acceso a la financiación a corto plazo que ofrece la entidad monetaria.
El diario alemán "Financial Times Deutschland" informó en su edición de hoy de que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ya advirtió el lunes a los ministros de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) de las consecuencias de que los inversores acepten voluntariamente una prolongación de los vencimientos con el mismo argumento.
El BCE se opone al Eurogrupo, que el lunes ya comenzó a barajar algún tipo de "reestructuración suave" de la deuda de Grecia a instancias del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que consideró que los acreedores privados también deberían contribuir de forma voluntaria a la superación de la crisis.
El BCE posee deuda griega por valor de entre 40.000 y 50.000 millones de euros, según algunos medios económicos, por activos que ha aceptado como garantía en las operaciones de refinanciación y bonos adquiridos en el programa de compra de deuda pública.
El BCE inició el 10 de mayo del pasado año el programa de compra de deuda pública en el mercado secundario para ayudar a los países que atraviesan dificultades de financiación como Grecia, Irlanda, Portugal y España.
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