Este artículo se publicó hace 15 años.
La justicia de la UE avala los monopolios públicos de apuestas
Considera "justificada" la intervención del Estado para prevenir el fraude y los delitos
El mercado de las apuestas por Internet seguirá sin ser completamente liberalizado en la Unión Europea. Una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE consagró ayer el derecho de países como Portugal, donde existe un monopolio del Estado, a limitar la creación de empresas de juegos de azar on-line como loterías y apuestas deportivas. El Tribunal de Luxemburgo consideró "justificada" la restricción a la libre competencia para evitar delitos y fraudes. Las grandes cantidades de dinero en juego y las ganancias que se ofrecen a los afortunados constituyen para la UE un motivo de restricción en beneficio del "interés general".
La sentencia dio la razón a Portugal, que mantiene un monopolio de ciertos juegos de azar a través de la Santa Casa da Misericordia de Lisboa. La sentencia obliga además a la empresa Bwin y a la Liga de Fútbol portuguesa a pagar sendas multas de 74.500 y 75.000 euros. Precisamente la empresa condenada patrocina equipos de fútbol, como el Real Madrid, el Milan o el Bayern de Múnich. Estas conexiones y el riesgo de fraude en los resultados es uno de los motivos que ha llevado a Luxemburgo a permitir a los Estados la restricción o prohibición de creación de empresas privadas.
Bwin pidió una regulación europea del sector para acabar con la "inseguridad jurídica" y el "vacío legal" en la Red, donde el desarrollo tecnológico ha ganado en rapidez a la legislación. Aedapi, la Asociación Española de Apostadores por Internet, también pidió un marco legal más claro, aunque en España no hay ningún pleito abierto. Según esta asociación, las casas de apuestas por Internet lograron en España 200 millones de beneficios en 2008.
La Asociación Europea de Loterías del Estado calificó como una "gran victoria" la sentencia. Pero Bwin alertó de que las restricciones y monopolios conducen a la creación de un "mercado negro que no sólo abre las puertas a la delincuencia sino que también deja de lado la protección del consumidor".
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