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"La justicia universal española es difícil de digerir en Israel"

Firme defensor de la paz con los palestinos, cree que la justicia israelí no aceptará interferencias

ÓSCAR ABOU-KASSEM

Como ministro de Exteriores israelí, Shlomo Ben-Ami estuvo a un paso de lograr la paz definitiva con los palestinos en 2000. Después llegó la visita de Ariel Sharon a la explanada de las mezquitas y el desastre de la segunda intifada. Crítico con la política israelí y decepcionado con su Partido Laborista, Ben-Ami (Tánger, 1943) considera que la paz con los palestinos tendrá que ser impuesta desde el exterior por la incapacidad de las partes para llegar a un acuerdo.

¿Qué le parece la decisión del Parlamento español de limitar los casos sujetos a la justicia universal?

Según la perspectiva israelí ese tipo de demandas tienen sentido cuando se trata de un país que no tiene un sistema legal respetable. Israel tiene uno de los sistemas judiciales más estrictos que el mundo occidental conoce. Según su mentor principal, Aharon Barak, todo es juzgable. Se trata de un sistema que ha entrado en todas las esferas de la vida pública.

¿En Israel se ha considerado como un insulto la investigación del juez Andreu de un ataque a Gaza?

Así lo ven muchos allí. Se trata de algo muy difícil de digerir en Israel. Cuando tienes este tipo de sistema es un poco duro para los israelíes que otro país asuma la responsabilidad de juzgarlo.

¿Qué supone para Israel la llegada de Obama?

Obama representa un desafío para Israel. Las relaciones especiales entre Israel y EEUU están basadas en dos elementos. Uno sentimental de identificación con la historia reciente de Israel y las conexiones bíblicas de la mayoría de presidentes de EEUU. Y otro la coincidencia de intereses. Nixon era antisemita y no tenía sentimentalismo pero fue un gran aliado por motivos estratégicos. Con Obama no se dan ni los intereses ni el sentimentalismo. La narrativa de la tragedia palestina no es menos importante para él que la judía-israelí. Su principal objetivo es reparar las relaciones con el mundo musulmán. Cree que arreglando la cuestión palestina se arreglará todo. Pero ni siquiera el presidente más revolucionario cambiará las relaciones especiales de EEUU con Israel. Veremos una Administración americana más conservadora de lo que la gente cree. Será una versión mejorada de la de Clinton.

¿Y qué relación tendrá con Netanyahu?

Hay discrepancias claras. Netanyahu se niega a asumir la cuestión de los dos estados.Obama cree que resolver el problema palestino ayudaría al resto de la región mientras los israelíes consideran que Irán continuará con su programa nuclear se resuelva o no la situación de los palestinos.

¿Cuáles son las líneas rojas por las que no pasará Netanyahu?

Netanyahu es una persona motivada por un sentido casi mesiánico de que habrá un segundo Holocausto. A Obama le manda un mensaje implícito en el que le dice: si resuelves el tema de Irán responderemos con los palestinos. Las líneas rojas de Netanyahu no corresponden con las de la mayoría de los israelíes que sí aceptan la idea de los dos estados.

¿Ve a Netanyahu capaz de bombardear Irán?

No le veo incapaz. Por ese sentido de misión histórica que tiene.

La cuestión del programa nuclear iraní es nueva en la ecuación de paz con los palestinos.

El elemento externo siempre ha estado presente en la ecuación de la derecha israelí. Antes era Irak ahora es Irak. Siempre hay algo externo. Es la diferencia entre derecha e izquierda. La izquierda apostaba por anteponer el conflicto palestino.

¿Cree que la paz debe ser impuesta desde fuera con presiones más incentivos?

No hay otra manera. Palestinos e israelíes sentados solos en una mesa nunca se pondrán de acuerdo. Las negociaciones directas entre las partes son un obstáculo para la paz.

¿Se debe negociar con Hamás?

Siempre lo he defendido. Un movimiento islamista que decide entrar en política asume un mínimo de compromiso. Era necesario ayudarles. Me sorprendió que la UE no apoyara la creación de un gobierno de unidad palestino. Ahora estamos en una situación de tres estados.

¿Tal y cómo está la situación de deteriorada, cree posible todavía la creación de un estado palestino viviendo junto a Israel?

Tengo dudas de que Obama sea plenamente consciente de la dificultad que ello implica. No veo la paz en términos celestiales. Primero hagamos la paz y dejemos el amor para la próxima generación. Lo más importante es que haya un estado palestino que viva con dignidad con respeto y que haya fronteras reconocidas y con eso es suficiente.

¿En qué situación se encuentra el Partido Laborista?

Está en bancarrota ideológica total. Ha perdido su personalidad política y se limita a ser la plataforma de los que quieren ser ministros.

¿Qué opina de la condición del Gobierno israelí a los palestinos de reconocer a Israel como estado judío antes de negociar?

No es necesaria. Cada país tiene que definirse así mismo. Israel puede definirse como un país de jugadores de baloncesto. No es lo más importante. Lo que meterá a un primer ministro israelí en la historia será lograr fronteras definitivas.

¿Detectó antisemitismo en España durante la última ofensiva israelí contra Gaza?

España es un país muy singular dentro de la UE. Hay un sentimiento mayoritariamente pacifista y eso es algo que los observadores israelíes no siempre han sabido entender. La sensibilidad ha existido en el tema no por antisemitismo ni antijudaísmo. No es útil entrar en ese debate por dura que sea la crítica.

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