Este artículo se publicó hace 16 años.
Kantauri, condenado a 425 años por un intento de atentado contra la Policía en Vitoria en 1985
La Audiencia Nacional ha condenado a 425 años de cárcel al ex dirigente etarra José Javier Arizcuren Ruiz, "Kantauri", por un intento de atentado con coche-bomba contra la Policía Nacional en el polideportivo de Mendizorroza (Vitoria) el 19 de mayo de 1985.
La sección segunda de la Sala de lo Penal asume de este modo en parte la valoración de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que elevó de 143 a 603 años de prisión su petición de pena para Arizcuren.
La Sala, que también condena a Kantauri a seis años de alejamiento de Vitoria desde su excarcelación, entiende, no obstante, que se trata de un atentado en grado de tentativa y no frustrado como lo calificaba el fiscal, porque "los autores no llegaron a accionar el mando a distancia" del coche-bomba y por eso "no cabe apreciar que llegaran a ser realizados todos los actos de ejecución que deberían producir el resultado".
El tribunal, "a la vista de la personalidad del delincuente, la gravedad de los hechos" y el resultado "perseguido con tan criminal acción, entiende ajustada a derecho la imposición" de 20 años de cárcel por 20 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, 20 por un delito de atentado a agentes de la autoridad y otros cinco por un delito de estragos en grado de tentativa.
La sentencia considera probado que Kantauri, "junto con otros miembros" del "comando Araba" de ETA, que entonces integraba, "decidió colocar un artefacto explosivo provisto de gran cantidad de metralla en el polideportivo Mendizorroza" durante la celebración de un partido de fútbol entre el Vitoria y el Lérida, "con la finalidad proyectada de causar la muerte del mayor número" de policías.
La vigilancia del partido por parte de la Policía Nacional iba a estar a cargo de "tres dotaciones compuestas de siete miembros" y los terroristas, "habían planeado hacer estallar el artefacto instantes antes del inicio de la competición deportiva", prevista para las 17.00 horas del 19 de mayo de 1985.
Para ello, los etarras sustrajeron dos vehículos a punta de pistola y mantuvieron a sus propietarios, "por orden del propio Arizcuren", bajo vigilancia de otros miembros del "comando" en las cercanías de Berosteguieta hasta que el procesado permitió "soltarlos" horas más tarde.
Kantauri -entregado definitivamente a España por Francia el 7 de noviembre de 2006 y condenado ya antes a unos 130 años de cárcel- se encargó de llevar uno de los coches al garaje de un colaborador del "comando" "colocando en el interior del maletero el explosivo previamente diseñado" y para cuya confección "contó con el concurso de otros sujetos ya condenados por estos hechos".
El artefacto explosivo, del que Kantauri, según la sentencia, "confirmó a uno de los ya condenados" que sería para el atentado, estaba compuesto por 25 kilos de Goma 2 -que el etarra recogió de un depósito de la banda en el caserío de Menagaray- y cien kilos de metralla, formada por tornillos "de los utilizados para fijar traviesas en las vías férreas".
Tras colocar la bomba en el vehículo, los terroristas lo dejaron aparcado en las inmediaciones del polideportivo en "el lugar en el que solían ser estacionadas las furgonetas policiales en los días de eventos deportivos, dejando orientada la carga hacia las taquillas".
"En las primeras horas de la tarde, el procesado, junto con otro miembro del comando y dos colaboradores, acudió a la zona próxima al polideportivo, donde observaron la gran afluencia de público y la presencia de numerosos" policías y, al detectar que estos han localizado el coche-bomba, "deciden no accionar el dispositivo de radio control" que hubiera hecho detonar el artefacto.
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