Nuevos datos parciales sobre el recuento de las elecciones afganas dados a conocer el sábado mostraban que el presidente Hamid Karzai ha ampliado su ventaja, pero que aún no llega al 50 por ciento necesario para evitar una segunda vuelta.

Afganistán está sobre ascuas desde que se celebraron las elecciones el 20 de agosto, ya que los resultados oficiales se están conociendo muy poco a poco. El bando de Karzai se ha proclamado vencedor, y su principal rival, el ex primer ministro Abdulá Abdulá, ha asegurado que ha habido fraude masivo.

Con el recuento de algo más del 30 por ciento de los colegios electorales, Karzai aventaja a Abdulá con un 46,3 por ciento frente a un 31,3 por ciento. Esto supone un aumento notable de la diferencia respecto al dato anterior, pero seguiría sin bastar para evitar una segunda vuelta en octubre.

El recuento está llegando con diferencias entre las provincias, por lo que es difícil saber cuál será el resultado final. Además podría haber sido anulado por un órgano de control que está investigando más de 2.000 acusaciones de fraude y abusos, entre ellas 270 lo suficientemente graves como para alterar el resultado.

Diplomáticos occidentales han dicho que aún es demasiado pronto para saber si Karzai evitará una segunda ronda.

Las provincias del sur, que apoyan sobre todo al presidente, están dando tarde sus resultados. Son las zonas en las que hay más acusaciones de fraude, y donde la violencia y las amenazas de los talibanes tuvieron más éxito a la hora de alejar a los votantes de las urnas.

Las autoridades aún no han dado una cifra final de participación. Con el 35 por ciento del recuento, el número de votos superaba los dos millones, con lo que el total podría ser de unos seis millones, aunque las autoridades no quieren realizar extrapolaciones.

Sería una participación decepcionante en un país de unos 30 millones de habitantes, de los que 15 millones de ellos podrían votar.