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L'Om-Imprebís estrena "Calígula", retrato de contradicciones de vida humana

EFE

La compañía L'Om-Imprebís, dirigida por Santiago Sánchez, estrena el próximo jueves en Sevilla su nueva obra "Calígula", del Nobel Albert Camus, que refleja las contradicciones de la vida humana y denuncia el ejercicio del poder contra el hombre y las ideologías que matan en nombre de la justicia.

El estreno nacional de esta versión de "uno de los grandes textos del siglo XX", según Sánchez, con doce actores en escena y música en directo, abre la temporada del Lope de Vega -donde estará hasta el domingo- y ha sido presentado hoy por los directores del teatro sevillano, Antonio Álamo, y de L'Om-Imprebís, y algunos de sus actores principales como Sandro Corbero y Garbiñe Insausti.

Es el decimosexto espectáculo que presenta L'Om-Imprebís desde su creación a comienzos de los 80, completa su trilogía sobre la utopía y el idealismo junto con "Galileo" (1999-2002), de Bertolt Brecht, y "Quijote" (2003-2005), y no se representaba desde hace quince años en España, han recordado Sánchez y Álamo, para quien esta compañía valenciana es de las que están "marcando la esencia del teatro".

Tras cinco meses de ensayo, Sánchez ha dicho que con "Calígula" cumple "un sueño" desde que a inicios de los 80 vio representar esta obra maestra donde Camus "se rebela contra las contradicciones de su época" en Valencia, con dos históricos como José Tamayo -director que mantuvo sus derechos de representación hasta su muerte- y José María Rodero.

Además de resaltar que Camus "amó a España y a todo su movimiento filosófico" de la época de la República, y celebró su Nobel con los republicanos exiliados en Francia, el dramaturgo ha afirmado que en la obra se refleja su máxima "me rebelo, luego existo", y tiene toda la fuerza de un joven que se topa con una sociedad que no comprende.

Sobre la vigencia de "Calígula" y que siempre se haya relacionado con el rechazo a los totalitarismos, el director de L'Om-Imprebís ha matizado que Camus la escribió entre 1937 y 1938, "pero tuvo su gran éxito cuando se estrenó en París (1945) recién acabada la II Guerra Mundial", razón por la que todo el mundo se centra mucho en decir que refleja "el nazismo y todos los totalitarismos europeos".

Para Sánchez, "va más allá y sólo verla desde ahí empequeñece la dimensión de la obra", pues incide en la visión de un joven "frente al poder, pero sobre todo frente a la vida humana", y Camus, que era "un enamorado" de la figura de ese emperador romano, está "alentando que el poder ejercido contra el hombre está abocado al fracaso".

Así, ha recalcado que es "esa reflexión global sobre la condición humana" y de que "cuando la libertad es a costa de los demás, es algo que acaba siendo nocivo", por lo que hoy día "Calígula" no sólo sigue vigente, "sino que nos toca absolutamente".

Camus revisó sucesivamente su obra hasta morir en accidente de tráfico en los años 60 y, si no, según Sánchez, "hubiera seguido trabajando sobre la gran metáfora que es Calígula en tanto persona que se enfrenta a las contradicciones de la vida", hoy día quizá más vigentes como que "toda nuestra vida está condicionada por lo económico", lo que es "una forma sutil de totalitarismo".

No sólo se rechaza lo totalitario "desde un puesto de poder, pues el poder lo ejercemos todos en nuestras relaciones con los demás; por tanto no parece que las tentaciones fascistas sean sólo desde un gobierno, sino en nuestro día a día, y eso está muy vivo en esa reflexión: hay pequeños calígulas en todos nosotros", ha dicho.

El nuevo espectáculo de L'Om-Imprebís, con música en directo de Jesús Salvador "Chapi" y basada sobre todo en la percusión, lo encabeza Sandro Cordero en el papel de Calígula y se completa con actores habituales de la compañía como Garbiñe Insausti, José Juan Rodríguez, Carles Montoliu, el guineano Gorsy Edú, Carlos Lorenzo, Sergio Gayol, el argentino Martín Caló o Marina Barba (violonchelo).

Coproducido por el Centro Internacional de Teatro Actual (CITA) y L'Om-Imprebís, también presenta como factores determinantes, según Sánchez, la escenografía de Dino Ibáñez, el vestuario de la diseñadora inglesa Sue Plummer y la iluminación de Rafael Mojas y Félix Garma, al conformar "un todo conjunto" vital para la obra.

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