Este artículo se publicó hace 16 años.
Lafita y Wilhelmsson, la pareja de moda en Riazor
Gol de Lafita a pase de Wilhelmsson. La pareja que conforman el aragonés y el sueco se ha convertido en las últimas jornadas en la referencia ofensiva del Deportivo de La Coruña, que con el empate (2-2) cosechado en Mestalla da un nuevo paso hacia la salvación, en una campaña tremendamente complicada.
Si la implantación de una zaga con tres centrales ha permitido al conjunto gallego adquirir la solidez defensiva de la que adoleció durante gran parte del campeonato, la presencia en la bandas de Ángel Lafita y de Christian Wilhelmsson ha dotado a los coruñeses de la profundidad necesaria para alejarse de las posiciones de descenso.
El nórdico y el zaragozano han firmado cuatro de los seis goles que los blanquiazules han sumado en las tres últimas jornadas, en las que los de Miguel Ángel Lotina han pasado de estar a dos puntos de la salvación, a situarse dos puntos por encima de los puestos de descenso.
Una progresión en la que han sido fundamentales Wilhelmsson, único refuerzo de los gallegos en el pasado mercado invernal, y, sobre todo, Lafita, que con sus tres goles en los tres últimos encuentros se ha situado como cuarto máximo goleador del Deportivo por detrás del lesionado Guardado -cinco tantos-, Xisco y Riki -ambos con cuatro goles-.
Eclosión goleadora que nadie podía prever, ya que el aragonés tan sólo había sido capaz de marcar un gol, ante el Racing de Santander, en sus dos primeras campañas en Primera División, en las que jugó un total de cuarenta y un partidos, aunque tan sólo seis de ellos como titular, con el Zaragoza.
Números que no mejoraron con su llegada al Deportivo, club en el que recaló el pasado verano cedido por el conjunto aragonés, ya que Lafita no anotó ni un solo gol en sus primeros doce encuentros ligueros, en siete de los cuales el aragonés formó parte del once inicial, con la camiseta blanquiazul
De hecho Lafita llegó a desaparecer del equipo titular, e incluso de alguna que otra convocatoria, hasta que la lesión del mexicano Andrés Guardado y, sobre todo, las urgencias clasificatorias tras la derrota ante el Recreativo de Huelva, obligaron a Lotina a apostar por el zaragozano ante el Espanyol.
Oportunidad que Lafita no desaprovechó. El aragonés, cuya calidad nunca se discutió en A Coruña, demostró una determinación, su gol ante los catalanes es un claro ejemplo de fe, una astucia, clave en el tanto que endosó al Sevilla, y una precisión, como evidenció con su gol en Mestalla, hasta entonces inéditas.
Tres tantos que han dotado a Lafita de un protagonismo, que tan sólo ha sido capaz de discutir el internacional sueco Christian Wilhelmsson, su opuesto en la banda derecha, con una verticalidad y precisión en los centros que hacían tiempo no se disfrutaban en Riazor.
Cualidades a las que el sueco, que llegó cedido el pasado mes de enero por el Nantes francés, añade un carácter ganador, que le llevó a lanzar el penalti que supuso el inicio de la remontada gallega ante el Sevilla, en un duelo que se había puesto cuesta arriba para el Deportivo con el tanto de Kanoute.
No obstante, Lafita y Wilhelmsson tendrán su prueba de fuego el próximo sábado en Riazor ante el líder, el Real Madrid, la "presa" favorita de la afición coruñesa, que no ve perder a su equipo ante los madrileños en Riazor desde la temporada 1991-92.
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