Lamy advierte que Japón es "especialmente vulnerable" a la crisis

El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, advirtió hoy a Japón contra el uso medidas proteccionistas durante la crisis y afirmó que la segunda economía del mundo es "especialmente vulnerable".

"Soy muy consciente de que Japón tiene intereses defensivos en agricultura y pesca", pero todos los países deben resistir en este momento la tentación de levantar barreras comerciales, apuntó Lamy, en rueda de prensa Lamy.

El director general de la OMC recordó que la incidencia de la crisis en la economía japonesa se debe, sobre todo, a su dependencia de las exportaciones, por lo que la alertó contra la decisión de tomar medidas proteccionistas, según la agencia Kyodo.

"Japón es particularmente vulnerable", apuntó Pascal Lamy, para quien el país asiático tiene por ello razones para facilitar el comercio internacional.

Hoy mismo se divulgó que Japón registró en enero un déficit sin precedentes de su balanza comercial, que se situó en los 952.600 millones de yenes (9.850 millones de dólares), debido a que sus exportaciones descendieron casi un 46 por ciento.

El director general de la OMC aseguró que Japón logrará más beneficios en otros sectores si abre sus mercados de agricultura, ante el apoyo nipón a los aranceles para defender sus productos agrícolas.

El director de la OMC visita esta semana Tokio para intercambiar opiniones con las autoridades japonesas acerca del comercio internacional en este momento de crisis económica.

Lamy se entrevistó ayer con el ministro nipón de Exteriores, Hirofumi Nakasone, con quien coincidió en la necesidad de evitar que se extienda el proteccionismo y de una rápida conclusión de la Ronda de Doha para la liberalización comercial, según medios japoneses.

Las negociaciones comerciales para concluir la Ronda de Doha, lanzada en 2001, se hallan estancadas, pues en diciembre pasado no se logró un consenso de los principales países para un encuentro ministerial.

Las negociaciones de la Ronda de Doha tienen como objetivo liberalizar el comercio mundial mediante el recorte de los aranceles y de la reducción de los subsidios a la agricultura.

Para Lamy, una rápida conclusión de esas negociaciones de liberalización comercial supondría un estímulo efectivo que "podría reactivar nuestra economía".