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Los leales a Zelaya toman puestos fronterizos para su retorno

Una misión de derechos humanos revela desapariciones y asesinatos en Honduras, mientras el presidente depuesto inicia su viaje de regreso a Honduras

G. CASTILLO / AGENCIAS

El presidente depuesto hondureño, Manuel Zelaya, ha iniciado su viaje de regreso a Honduras arropado por por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, y el comandante sandinista Edén Pastora. El mandatario ha salido desde la Embajada de su país en Managua hacia Estelí, 149 kilómetros al norte de Managua, desde donde mañana viajará a la frontera hondureña para preparar el retorno a su país.

La salida de Zelaya de la sede diplomática rumbo al norte de Nicaragua se produjo a las 16.15 hora local (22.15 GMT), en una caravana de automóviles en la que viajan periodistas que cubren el recorrido del mandatario derrocado.

Victoria Rodas, encargada de negocios de la embajada de Honduras en Managua, declaró que existen varias opciones de entrada a Honduras. 'Se ha contemplado un punto terrestre con Guatemala, dos puntos terrestres con El Salvador y cuatro puntos terrestres por Nicaragua, así como varias posibilidades de ingreso furtivo por puntos terrestres del interior o por vía aérea'.

Por otro lado, los opositores al golpe de Estado perpetrado en Honduras el pasado 28 de junio ocuparon ayer dos de los pasos fronterizos estratégicos con Nicaragua a la espera de la llegada del presidente derrocado, Manuel Zelaya, y de esta forma proteger su anunciado regreso al país.

En el interior del país, la misión internacional para la verificación de derechos humanos aseguró a Público que la situación 'comienza a ser catastrófica'. Este grupo formado por 15 juristas, forenses y sociólogos de Europa y América, entre ellos el abogado español Enrique Santiago, han recabado evidencias de tres desapariciones, media docena de asesinatos y centenares de encarcelamientos arbitrarios.

Sindicatos y movimientos sociales comenzaron también un paro general de 48 horas como medida de presión contra el régimen de facto liderado por Roberto Micheletti, que por su parte ha aumentado el toque de queda a 12 horas (de las 18 a las 6 horas local) en la frontera con Nicaragua.

Los tres principales sindicatos obreros ordenaron a sus afiliados paralizar las actividades en todos los sectores productivos de Honduras. El presidente de la mayoritaria Federación Unitaria de Trabajadores (FUTH), Juan Barahona, aseguró que esta huelga será acompañada de la toma de instituciones públicas 'y otras acciones de protesta callejera'.

Barahona responsabilizó ayer a la Policía de cualquier incidente grave. El presidente de la FUTH alertó de que agentes antidisturbios 'están provocando enfrentamientos con los manifestantes que intentamos protestar de manera pacífica'. Para los seguidores de Zelaya, 'la paciencia tiene límites y estamos llegando a él'. Barahona denunció que la represión contra los opositores a Micheletti 'se incrementa cada día'.

Estas movilizaciones se producen un día después del fracaso del último intento del mediador en esta crisis y presidente de Costa Rica, Óscar Arias. En la madrugada del miércoles, Arias presentó a las dos comisiones negociadores hondureñas el llamado Pacto de San José, un documento de 12 puntos en cuyo preámbulo estaba la restitución inmediata de Zelaya como presidente de Honduras.

Sin embargo, el mediador costarricense volvió a encontrarse con el rechazo de plano de los enviados de Micheletti, quienes calificaron de 'parcial' la posición de Arias. En opinión de los golpistas, el presidente costarricense 'se ha sometido al chantaje de la comunidad internacional'.

Desde Managua, el presidente Manuel Zelaya lamentó la actitud del Gobierno de facto y, tras asegurar que el diálogo 'ha llegado a su fin', anunció su inminente regreso a Honduras.

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