La leyenda de los Amantes de Teruel emocionó un año más a las miles de personas que acudieron hoy a ver las últimas escenas de la representación teatral popular en las calles de esta capital.

Miles de personas aguardaron más de dos horas ante la catedral en una mañana fría pero muy soleada donde hoy se puso en escena el desenlace trágico de la historia de amor de Diego e Isabel, que ha sido representada por cerca de 130 actores aficionados por las calles ambientadas en la Edad Media.

Esta leyenda transcurre a principios del siglo XIII, concretamente en 1217, cuando Diego, un joven noble pero pobre, regresa a la ciudad tras estar cinco años en la guerra contra los musulmanes, en los que se ha enriquecido con el saqueo para poder contraer matrimonio con su amada Isabel, hija de un rico de la ciudad.

Ella le había esperado pero al cumplirse el plazo y llegar la noticia de su muerte acababa de contraer matrimonio con un joven de una familia noble y rica.

Diego llegó a la ciudad el día de esa boda y en la noche le pidió a su amada un beso de amor que ella le negó y murió de amor.

Hoy se desarrolló por la ciudad el cortejo fúnebre con el cadáver de Diego transportado en andas hasta llegar a las puertas de la catedral donde ella le dio ese beso de amor que le negó en vida y murió de amor sobre el cadáver de su amado.

Dos jóvenes estudiantes, Raquel Hinojosa, turolense de 23 años, y José Antonio Seguin, de Poleñino (Huesca), de 19 años, han encarnado los papeles de Isabel de Segura y Diego de Marcilla en la recreación teatral popular de la leyenda de los Amantes de Teruel.

Tras la representación saludaron a miles de personas desde el balcón del Museo Provincial desde dónde se invitó a las parejas a darse en público el beso de amor que Diego e Isabel no se dieron en vida.

Ella comentó a los periodistas que su papel había sido "emocionante" y que había vivido esta fiesta "muy intensamente" y resaltó que en la escena del sábado por la noche, cuando llega Diego a pedirle un beso de amor, le resultó la más intensa.

José Antonio Seguín, por su parte, manifestó que estaba "emocionado" y "sin palabras" para expresar lo que sentía en el personaje de Diego.

Esta fiesta ha llenado las calles de Teruel con miles de personas vestidas con trajes de época que han participado en la ambientación con sus juegos y actividades de todo tipo.

El alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, dijo que en la fiesta todo había transcurrido con una "gran participación de la gente", sin incidencias, y agradeció el trabajo desarrollado por la fundación municipal que organiza el evento así como por la Federación que agrupa a cerca de 150 grupos.

Ferrer planteó la necesidad de estudiar opciones para ediciones futuras, como colocar en algún punto gradas para facilitar que los visitantes sigan la representación.

También sería necesario reforzar algún servicio como los autobuses que comunican el centro de la ciudad con una gran carpa y zonas de aparcamiento para evitar las aglomeraciones que se han sufrido en momentos puntuales.

En cualquier caso, resaltó el alcalde, lo importante de la fiesta es la participación y que una vez más en la ciudad de Teruel "somos ejemplo" de convivencia en una fiesta.