Este artículo se publicó hace 15 años.
Líder opositor argentino pide cambios en el Gobierno de Cristina Fernández
El peronista disidente Francisco De Narváez, uno de los grandes ganadores de las elecciones legislativas del domingo en Argentina, reclamó hoy "cambios" en el Gobierno de Cristina Fernández, al calor de la derrota oficialista.
"Espero que la Presidenta lea bien el resultado de la elección", subrayó.
El gabinete de ministros de Fernández "requiere cambios, hombres y mujeres que crean en el diálogo", dijo De Narváez, quien derrotó al oficialismo encabezado por Néstor Kirchner, esposo y antecesor de la mandataria, en la elección de diputados de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país.
De Narváez, uno de los líderes de Unión-Pro, una alianza de peronistas disidentes con la conservadora Propuesta Republicana (Pro), sostuvo que los resultados electorales del domingo demuestran que el país necesita un Parlamento "del consenso y el diálogo".
"Nadie puede ostentar las mayorías, la salud de la democracia pide equilibrios, tenemos que buscar consensos, ahora nadie puede usar una mayoría para no debatir y solapar problemas", apuntó en declaraciones al diario bonaerense La Nación y radios locales.
Hay que "evitar que el Gobierno lea equivocadamente el resultado de esta elección, que se radicalice y no dialogue, nuestra vocación es cooperar", añadió.
Las declaraciones de De Narváez coinciden con conjeturas sobre inminentes cambios en el Gobierno luego de que el oficialismo fuera derrotado en los principales distritos electorales del país y con ello perdiese la mayoría que tenía en el Parlamento.
Francisco De Narváez, un empresario colombiano de 55 que se nacionalizó argentino, es el principal aliado del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, también líder de Pro, cuyas listas de candidatos ganaron por amplio margen la elección de diputados en la capital argentina.
"Ayer (domingo) hubo un mensaje contundente a favor del cambio en todo el país", aseguró Macri en una rueda de prensa en la que insistió en que "comienza una nueva etapa en Argentina".
A modo de resumen, los analistas coinciden hoy en que siete de cada diez ciudadanos argentinos votó en contra del Gobierno en los comicios del domingo para renovar la mitad de los 257 escaños de diputados y un tercio de los 72 del Senado, además de legislaturas provinciales y municipales.
De acuerdo al escrutinio oficial de más de 95 por ciento de los votos emitidos, el peronista Frente para la Victoria de Fernández perdió la mayoría parlamentaria, aunque se mantiene como principal fuerza política a pesar del avance de la oposición.
El Acuerdo Cívico y Social, una alianza de la Unión Cívica Radical (UCR), el partido más antiguo del país, con socialistas e independientes, fue el otro gran ganador de las elecciones y pasará a ser la segunda fuerza parlamentaria, seguida por la Unión-Pro en el tercer lugar.
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