Este artículo se publicó hace 17 años.
Los líderes europeos llegan a Lisboa para la firma del Tratado de reforma
Los líderes de los países de la Unión Europea (UE) firmarán hoy en Lisboa el nuevo Tratado de reforma, elaborado tras el fracaso del proyecto de Constitución europea con el objetivo de agilizar el funcionamiento de las instituciones comunitarias después de la ampliación.
La firma, prevista para las 12.00 GMT, se llevará a cabo en una solemne ceremonia en el Monasterio de los Jerónimos de la capital lusa, con el presidente portugués, Ánibal Cavaco Silva, y el primer ministro, José Sócrates, como anfitriones, y con ella se pondrá fin a siete años de intensas negociaciones.
Según el programa previsto, será el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el que abrirá el acto con un discurso, que será precedido de la interpretación del Himno a la Alegría por el coro de la Academia de Amadores de Lisboa.
Tras Barroso, tomarán la palabra el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pottering, y el presidente de turno del Consejo europeo, José Sócrates.
Los discursos darán paso a la firma del Tratado por los 27 jefes de Estado o de Gobierno de los países socios de la Unión Europea.
La cantante portuguesa Dulce Pontes pondrá el broche musical a la ceremonia con la interpretación de "Canción do mar" y "Amar Portugal".
Tras la foto de familia, los líderes europeos se trasladarán para el almuerzo al cercano Museo de Carruajes, ubicado a unos 600 metros del Monasterio de los Jerónimos, trayecto que realizarán en uno de los emblemáticos tranvías lisboetas.
La firma del Tratado de Lisboa culminará un largo proceso de escollos e incertidumbre en la UE después del rechazo, en sendos referendos, por los franceses y holandeses del proyecto de Constitución europea que llegó a ser ratificado por 18 Estados tras su firma en Roma en octubre de 2004.
El Tratado que hoy rubricarán en la capital portuguesa tendrá que ser ratificado también por todos los socios de la UE antes de entrar en vigor en 2009, pero en esta ocasión todo indica que sólo Irlanda, que debe hacerlo por ley, lo someterá a la prueba de un referéndum.
Con este texto, los socios comunitarios buscan agilizar y hacer más eficaz el funcionamiento de sus instituciones adaptándolas a las nuevas dimensiones tras la llegada de doce nuevos miembros.
Para ello se incorporará, a partir de 2014, un nuevo sistema de votación, en el que los países más poblados -como Alemania- ganan peso.
Incluye además la eliminación del derecho de veto en 40 áreas, entre ellas las políticas de inmigración y cooperación policial y judicial.
Pretenden también dotar a la UE de una mayor cohesión y personalidad propia a la hora de actuar en la escena internacional, incorporando la figura de un presidente permanente y de una especie de ministro de Asuntos Exteriores, que formalmente seguirá llamándose alto representante, cargo que en la actualidad ejerce Javier Solana.
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