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La Liga Árabe insta a la unidad entre los distintos grupos opositores sirios

EFE

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, analizó hoy con miembros de la opositora Instancia de Coordinación Nacional (ICN) siria la necesidad de que los distintos grupos de la oposición de ese país salven sus diferencias.

Un portavoz del ICN, Abdel Aziz al Jeir, dijo a los periodistas en la sede de la organización panárabe que durante la reunión con Al Arabi se trató la tensa relación entre los principales grupos de la oposición siria y la importancia de que lleguen a un acuerdo.

La Liga Árabe busca llevar a cabo su iniciativa que insta a que se celebre una conferencia en la que participen todos los opositores sirios, incluidos el ICN y el Consejo Nacional Sirio (CNS).

Sin embargo, estos grupos difieren en aspectos tan sustanciales como una posible intervención armada extranjera, la apuesta exclusiva por vías pacíficas o la organización de las fuerzas opositoras, lo que ha levantado un muro que complica la unidad de acción.

La delegación del ICN analizó también con Al Arabi la misión de los observadores árabes en Siria y los problemas que afrontan sobre el terreno.

A este respeto, los opositores sirios hicieron propuestas para apoyar el trabajo de los observadores y para mejorar el ambiente político en el país.

Según Al Jeir, Al Arabi aseguró que hay compromisos del presidente tunecino, Moncef Marzuki, para aumentar el número de observadores con al menos cien expertos de ONGs y que varias organizaciones egipcias también están dispuestas a enviar otro centenar.

Al Jeir destacó que la visita de los observadores a Siria ha contribuido a levantar la moral de los ciudadanos y ha incrementado los puntos de las manifestaciones en el país.

Hoy, la Liga Árabe anunció que a finales de esta semana aumentará hasta 200 el número de observadores desplegados en Siria para comprobar el cumplimiento de su iniciativa para dar una salida a la crisis que vive este país.

La delegación de expertos tiene como objetivo comprobar el cumplimiento por parte de Damasco de su plan para solucionar la crisis en Siria que incluye, entre otros puntos, el cese de la violencia, la retirada de las tropas de las ciudades y la liberación de los detenidos desde el inicio de las revueltas.

Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida en Siria desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Bachar al Asad a mediados de marzo de 2011.

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