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Ligan adversidades en niñez con riesgo de enfermedad en adultez

Reuters

Por Amy Norton

Los niños víctimas de abusos,que perdieron a uno de sus padres o que sufrieron otrasadversidades podrían desarrollar enfermedades crónicas en laedad adulta, según un estudio sobre más de 18.000 adultos de 10países.

Entre los posibles problemas de salud a desarrollar seencuentran la enfermedad cardíaca, la artritis, el asma, ladiabetes, el dolor de espalda crónico o las cefaleas.

El patrón se repitió en quienes habían sufrido depresión,ansiedad o trastornos mentales antes de los 21 años.

Los resultados, publicados en Archives of GeneralPsychiatry, no prueban que el estrés grave en la niñez causeproblemas de salud más adelante. Pero hay varios motivos porlos que ambos estarían asociados, según la autora principal,Kate M. Scott, psicóloga y profesora asociada de la Universidadde Otago, en Nueva Zelanda.

"Las experiencias adversas tempranas pueden modelar lasconductas y el estilo de vida de las personas", dijo Scott. Porejemplo, pueden empezar a fumar, beber o comer en exceso.

La autora explicó también que los jóvenes con depresión uotros trastornos mentales aprenderían a utilizar el tabaquismoo el consumo de alcohol como una forma de "automedicación".

Pero es posible también que el estrés prolongado y grave enlos primeros años de vida tenga efectos biológicos másdirectos, agregó Scott.

En épocas de estrés, el cuerpo libera hormonas como laadrenalina y el cortisol. Eso está bien si es durante pocotiempo. "Pero cuando el estrés se instala, como ocurre con elmaltrato infantil, las respuestas hormonales permanentementealtas tienen consecuencias en la salud", dijo Scott.

Los resultados surgen de entrevistas con 18.300 adultos de10 países, incluidos Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia,Japón y México.

Los participantes que habían experimentado por lo menostres adversidades en la niñez tenían riesgo de tener los seisproblemas de salud evaluados en el estudio. Corrían el doble deriesgo de tener enfermedad cardíaca que los hombres y mujeressin esas experiencias.

El equipo obtuvo resultados similares en los adultos quehabían tenido trastornos mentales antes de los 21 años,especialmente depresión, estrés postraumático o pánico.

El riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, asma,artritis y dolor de espalda o cefaleas crónicas era entre un 43y un 66 por ciento más alto que en los adultos sin esostrastornos tempranos.

El estudio tiene sus limitaciones, como la confianza en losrecuerdos que tenían los participantes y su información sobrelas enfermedades.

Además, sólo analizó los riesgos relativos en un grupogrande de personas, es decir, comparaciones, en lugar de lacantidad que había tenido una enfermedad determinada.

De modo que los resultados no prueban que una persona quesufrió abuso o depresión en la niñez esté destinada adesarrollar cardiopatías.

Scott aclaró que el aumento del riesgo de desarrollarenfermedades sería leve. Pero aclaró que en una sociedad, esose podría traducir en un impacto enorme, ya que estasenfermedades mentales y físicas son muy comunes.

"Por lo menos dos tercios de la mayoría de la poblacióndesarrollará al menos una de esas enfermedades crónicas enalgún momento de la vida y una cantidad similar sufrirá untrastorno mental", señaló Scott.

FUENTE: Archives of General Psychiatry, agosto del 2011

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