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Limitar la alimentación a los niños no combatiría la obesidad

Reuters

¿Está tratando de controlarel peso de su hijo imponiéndole ciertos límites con la comida?Ese enfoque antiguo y aparentemente de sentido común puede sercontraproducente, sobre todo en los chicos con problemas paracontrolar los impulsos, reveló un nuevo estudio.

La investigación fue publicada en The Journal ofPediatrics.

Mientras que las niñas que participaron en el estudio y nopodían controlar sus impulsos tenían más riesgo de sobrepesoque aquellas más autocontroladas, las que además percibían quesus padres eran firmemente restrictivos con la alimentacióntenían un riesgo aún mayor, halló el equipo de Stephanie L.Anzman y de Leann L. Birch.

Los expertos trabajan en el Centro para la Investigación dela Obesidad Infantil de la Pennsylvania State University, enEstados Unidos.

Los resultados, aseguraron Anzman y Birch, respaldan laidea de que ayudar a los niños a aprender cómo regular supropia alimentación, en lugar de imponerles normas estrictas,les permitiría mantener un peso saludable.

Y para los niños que necesitan orientación, Anzman agregóen un comunicado de prensa difundido por la revista que lospadres deberían ofrecerles a sus hijos opciones saludables ysimplemente evitar la comida chatarra en el hogar.

"Los intentos de los padres para ayudar a los niños conproblemas de autocontrol mediante la imposición de límites paraacceder a sus alimentos favoritos pueden también hacer que losalimentos prohibidos se vuelvan aún más atractivos y, por lotanto, aumente el problema", dice Anzman.

Una buena crianza tiene en cuenta el "estilo conductual"del niño, señalaron Anzman y Birch en el comunicado, y estudiosprevios habían demostrado que a los chicos con problemas pararegular sus conductas les va peor cuando sus padres son másestrictos.

Para comprender el papel del estilo de la crianza en laorientación de los niños para que puedan vivir en "el ambientepropenso a la obesidad" reinante hoy sin engordar, los autoresestudiaron a 197 niñas blancas no hispanas de entre 5 y 15años.

El equipo entrevistó a las niñas y a sus familias cada dosaños.

Cuando las pequeñas tenían 7 años, los autores consultarona las madres sobre la capacidad de sus hijas deautocontrolarse.

Les preguntaron, por ejemplo, si la niña podía dejar dehacer algo cuando se le pedía hacerlo o si podía evitarsonreírse o reírse en situaciones inapropiadas. Ninguna de las13 preguntas se refirió a la alimentación.

Las niñas respondieron un cuestionario sobre las actitudesde los padres hacia la alimentación, que incluyó preguntas como"Si quieres una golosina, ¿mamá deja que la comas?".

Una de cada cinco niñas tenía sobrepeso a los 15 años.Cuanto menor había sido el nivel de autocontrol de una niña alos 7 años, mayor era su índice de masa corporal (IMC) a los 7y en el resto de las edades en las que se controló a lasparticipantes.

Las pequeñas con menos autocontrol a los 7 eran las que máspesaban a los 15 años. Los resultados se mantuvieron aundespués de que los autores tuvieran en cuenta el IMC a los 5años de edad.

Y la relación entre el bajo autocontrol y un alto IMC fuemás sólido en las niñas con padres más estrictos sobre loslímites a la hora de comer.

"Los resultados indican que la combinación de un alto nivelde restricción con un bajo control inhibitorio expulsa al grupode más riesgo, lo que demuestra que algunas personas serían mássusceptibles a tener problemas de peso que otras, aún cuandocompartan el mismo tipo de crianza", dijeron Anzman y Birch.

Es posible, agregaron, que una crianza restrictiva nopotencie el riesgo de obesidad en los niños con un mejorautocontrol de los impulsos, mientras que los chicos con másproblemas para lograrlo pueden mantenerse alejados de laobesidad si sus padres pueden guiarlos sin ser restrictivos.

FUENTE: The Journal of Pediatrics, online 10 de julio del2009

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