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Lituana celebra comicios parlamentarios y un referéndum sobre una central nuclear

EFE

Los lituanos acudieron hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento y pronunciarse en un referéndum sobre la posibilidad de prolongar la explotación de la central nuclear de Ignalina, cuyo cierre exige la Unión Europea (UE).

Según datos de la Comisión Electoral Central (CEC), a las 14.00 hora local (11.00 GMT) habían acudido a las urnas el 24,96 por ciento de los electores, frente a los 21,64 por ciento hace cuatro años, cuando el país celebró sus primeros comicios legislativos tras su ingreso en la UE y la OTAN.

El presidente de la CEC, Zenonas Vaigauskas, subrayó que de este modo los comicios parlamentarios ya pueden ser considerados prácticamente válidos, ya que, según la legislación lituana, la participación debe ser al menos del 25 por ciento.

Recordó que algo más del 3 por ciento ya depositó su voto anticipado a lo largo de esta semana.

Vaigauskas indicó que los comicios se celebran de forma coordinada y organizada y agregó que no se han recibido informes de incidentes ni infracciones a la legislación electoral.

Los más de 3.000 colegios electorales cerrarán sus puertas a las 20.00 hora local (17.00 GMT) y la CEC dará a conocer los primeros resultados hacia el mediodía del lunes.

Los 2.679.000 de ciudadanos convocados a las urnas eligen hoy a los 141 diputados del Parlamento, con un mandato de cuatro años y a los que aspiran más de 1.600 candidatos.

Según una encuesta reciente de la agencia RAIT, estas elecciones podrían marcar el regreso del opositor Partido Laborista, con el 10,5 por ciento de los votos, seguido de la también opositora formación Orden y Justicia, con un 10,1 por ciento.

El 8,3 por ciento apoyaría a la formación opositora Unión por la Patria, mientras que el 5,7 por ciento votaría por la principal fuerza de la actual coalición gobernante, el Partido Social-Demócrata de Lituania, del primer ministro, Gediminas Kirkilas, que caería así al cuarto lugar.

Le seguiría el recién fundado Partido del Renacimiento Popular, integrado fundamentalmente por figuras de la televisión y artistas, que conseguiría el 4 por ciento de los votos.

Mientras, el resto de formaciones, entre las que se encuentran la Nueva Unión y la Unión de Liberales de Centro, que integran la actual coalición gobernante, no superaría el 3 por ciento.

Otros analistas señalan que la Unión por la Patria, liderada por el ex primer ministro Andrus Kubilius, lidera las encuestas y podría convertirse en el partido más votado en el Parlamento, aunque tendría dificultades en encontrar aliados para formar coalición.

Previamente, expertos occidentales habían opinado que en caso de un triunfo del Partido Laborista o la formación Orden y Justicia, del ex presidente Rolandas Paksas, en los comicios parlamentarios, la política exterior lituana podría convertirse en "pro-rusa".

A este respecto, el presidente de Lituania, Valdas Adamkus, aseguró que independientemente de los resultados de las elecciones, la política exterior del país no cambiará.

"Pienso que Lituania escogió unívocamente su camino, el de la democracia occidental, del cual no nos apartaremos", declaró.

Según la legislación electoral lituana, para acceder al Parlamento las formaciones políticas deben obtener como mínimo el 5 por ciento de los votos emitidos.

El Legislativo de Lituania tiene 141 escaños, de los cuales 70 se reparten por listas de partidos y los 71 restantes en circunscripciones mayoritarias, en las que es posible una segunda vuelta, por lo que los resultados definitivos podrían darse a conocer no antes del próximo 2 de noviembre.

Los lituanos están convocados, además, a pronunciarse en un referéndum sobre la posibilidad de prolongar la explotación de la central nuclear de Ignalina, que genera el 80 por ciento de la electricidad nacional y cuyo cierre exige la UE.

"Los resultados del referéndum son extremadamente importantes para Lituania. Si el pueblo se pronuncia en contra de su cierre en 2009, eso facilitará mucho las negociaciones" del país con la UE", declaró Kirkilas, quien reveló haber votado a favor de prolongar su explotación.

En tanto, Adamkus, que se había pronunciado en contra de la celebración del plebiscito, no reveló cuál ha sido su voto, aunque dijo estar convencido de que Lituania "no puede vivir sin energía nuclear".

Lituania desea modificar al acuerdo con la UE, por el que a finales de 2004 ya suspendió las operaciones del primer generador de la planta.

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