Los desembarcos de tunecinos continuaron en las últimas horas en la isla italiana de Lampedusa, donde en la madrugada de hoy llegaron otros 200 inmigrantes.

La embarcación fue interceptada por la Guardia Costera y escoltada posteriormente hasta Lampedusa, a donde ayer llegaron alrededor de 600 personas indocumentadas en diferentes desembarcos, informaron los medios de comunicación italianos.

En esa isla, que ha recibido la mayor ola migratoria desde que comenzaron las revueltas en el norte de África, por su situación a 113 kilómetros de Túnez, continúa el traslado de los inmigrantes a otros centros de acogida de Italia.

Así, durante la noche partieron dos barcos, "La Superba" y la "Clodia", con unas 1.300 personas a bordo y se calcula que en la isla ahora quedan menos de mil personas indocumentadas a la espera de ser evacuadas.

Mientras en Lampedusa siguen esos traslados, los problemas se han extendido a algunos campamentos levantados por las autoridades italianas en diversos puntos de Italia para distribuir a todos los que llegan a la isla pelágica.

Del campamento de la localidad de Manduria, en la región sureña de Apulia, varias decenas de indocumentados han escapado en los últimos días.

Según informa hoy el diario "La Repubblica", un centenar de personas lograron superar las vallas del recinto y al menos 200 tunecinos que habían sido alojados allí no han regresado.

Otros cien inmigrantes del mismo campamento han pasado la noche al raso para pedir que se les conceda el permiso de residencia y el estatus de refugiados.

Lo mismo ocurrió en el campo de Palazzo San Gervasio, en la región meridional de Basilicata, de donde huyeron decenas de inmigrantes.

Debido a la situación actual de la inmigración, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, viaja hoy a Túnez acompañado por el ministro del Interior, Roberto Maroni, para reunirse con las autoridades locales y establecer nuevos acuerdos de cooperación.

El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, explicó en una entrevista publicada hoy por el diario "La Stampa", que Berlusconi confirmará en Túnez el compromiso de establecer una línea de crédito italiana de 150 millones de euros.

Una aportación financiera con el objetivo de permitir reactivar la economía del país magrebí y ayudar a los jóvenes a poner en marcha pequeñas empresas y actividades artesanales para contribuir a aliviar el alto índice de paro.

Asimismo, el jefe del Ejecutivo italiano propondrá al Gobierno de Túnez la repatriación de cien tunecinos al día con la entrega de "un apoyo económico" para la reinserción de los inmigrantes en su propio país.

Italia quiere además que Túnez se comprometa a vigilar sus costas para evitar las salidas de más inmigrantes hacia Europa.