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Llegan otros 2.000 inmigrantes el fin de semana a Lampedusa

Durao Barroso se muestra abierto a que se restablezcan las fronteras internas de la UE, como solicitaron Francia e Italia la semana pasada. Se cumplen cinco años de la llegada masiva de inmigrantes a España

DANIEL AYLLÓN

La isla italiana de Lampedusa vuelve a estar camino de sufrir una nueva crisis humanitaria después de la llegada de 2.000 inmigrantes el pasado fin de semana. Ya el viernes, en pocas horas, llegaron un millar de inmigrantes a la pequeña isla del estrecho de Sicilia. A ellos se les sumó el desembarco de 461 personas provenientes de Libia, que tuvieron que ser rescatadas en aguas de Malta después de que llamaran pidiendo auxilio porque la embarcación se estaba hundiendo.

Las autoridades maltesas se desentendieron del tema y fueron dos patrulleras italianas las que acabaron saliendo en su ayuda. Este caso es el ejemplo claro de que, además de la organización, el trabajo diplomático de Italia está haciendo aguas, informa Daniel del Pino (Roma).

El ministro de Exteriores, Franco Frattini, mostró su enfado con Malta y ordenó al embajador italiano en la isla realizar una llamada de protesta al Gobierno maltés. Aún faltaban por llegar otros dos barcos procedentes de Libia. El primero llegó a Lampedusa a las 17.00 horas con 298 personas, mientras la Guarda Costera trataba de seguir el rumbo de otra embarcación a la deriva con otros 300 inmigrantes a bordo.

El Gobierno de Silvio Berlusconi está mostrando una gestión ineficaz de la situación. El martes pasado firmó una carta conjunta con Francia en Roma solicitando a la Unión Europea una reforma del Acuerdo de Schengen para limitar el libre tráfico de personas y dotar de mayor independencia a los socios comunitarios a la hora de gestionar sus fronteras ante un aumento puntual del flujo migratorio.

España ha aumentado la vigilancia y reducido la cooperación

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, contestó por carta a los dirigentes italiano y francés. Se mostró abierto a que se restablezcan las fronteras interiores de la UE: 'Es una opción entre muchas otras que, a condición de estar sometidas a criterios específicos y bien determinados, pueden constituir un elemento para reforzar el acuerdo Shengen', según Efe.

El miércoles, la comisaria de interior europea, Cecilia Malmstrom, presentará una propuesta para clarificar la aplicación de Schengen. El asunto será debatido en la cumbre de líderes europeos del 24 de junio en Bruselas.

Por su parte, los expertos en flujos migratorios aseguraron que la cantidad de inmigrantes que han llegado a Lampedusa es asumible por la UE. En total, en la isla permanecen 3.000 extranjeros y el centro de retención en el que se encuentran tiene una capacidad para 850 personas. La situación puede empeorar en los próximas días, ya que el gobierno italiano ha retomado los traslados en masa hasta los campamentos improvisados que puso en pie en abril, cuando había 6.000 inmigrantes tunecinos en la isla.

El ministro de Interior, Roberto Maroni, dijo que la estimación de 50.000 refugiados llegados a Lampedusa que hizo cuando se inició el conflicto con Libia 'desgraciadamente va camino de hacerse realidad'. Con los últimos desem-barcos, son casi 30.000 las personas que han llegado a Lampedusa desde enero.

A la isla italiana no sólo han llegado inmigrantes y solicitantes de asilo magrebíes, también barcazas procedentes del África Subsahariana, que han visto en el Mediterráneo un nuevo trampolín a Europa, tras el cierre de las rutas migratorias de Grecia y España.

'El éxodo se inició por la falta de pesca', señala la portavoz de la red Migreurop

Precisamente ahora se cumplen cinco años de la crisis migratoria de España. El Ministerio de Interior detectó en 2006 la llegada de 31.678 inmigrantes a Canarias. El agotamiento marítimo fue lo que empujó a migrar, en primer lugar, a los pequeños pescadores. El filón fue la ruta de Senegal a las Islas Canarias. Una vez abierta la brecha, se sumaron campesinos y profesionales de otros sectores ligados a la pesca. 'Otros factores como la crisis alimentaria que vivió la región en 2007 y 2008', avivaron las huidas, apunta Gonzalo Fanjul, experto en migraciones de Intermón Oxfam.

El informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2006, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, documentó la muerte de 1.167 personas, pero otras organizaciones estiman que hasta 6.000 más habían fallecido.

Las ONG denuncian que, a raíz de la crisis económica, el Gobierno ha centrado sus esfuerzos en vigilar las costas y ha mermado la cooperación con los países de origen, una de las claves que podría evitar futuras crisis migratorias.

Oficialmente, la batería de medidas con la que España cerró el grifo de las salidas fue, a corto plazo, la vigilancia intensiva de la frontera marítima. Y, a medio y largo plazo, las campañas enfocadas a la sensibilización de la población y a la cooperación, además de abrir vías legales para ir a trabajar a España. Pero, como consecuencia de la crisis, la contratación en origen se suspendió y la cooperación sufrió un drástico recorte en 2010 de 1.200 millones de euros.

El presupuesto que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) destinó a Senegal tuvo la misma evolución. Entre 2006 y 2009, aumentó de siete a 19 millones de euros, pero se redujo a 15 en 2010.

'No exigen un respeto a los derechos humanos. Miran hacia otro lado'

Sin embargo, los fondos para la vigilancia policial de las costas han seguido aumentando, a pesar de la crisis. El presupuesto de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores (Frontex), ha crecido todos los años desde su creación, en 2005 (14 millones), hasta 2011 (88 millones). Hace dos semanas, la Comisión Europea autorizó una partida extra de 30 millones para frenar la hemorragia migratoria de Túnez y Libia.

Las ONG critican que se haya trasladado a los países africanos la responsabilidad de frenar a los inmigrantes. Una de estas asociaciones, Entreculturas, denuncia que España vincula la cooperación al éxito que tenga cada país en la vigilancia de sus costas. 'No exigen un respeto a los derechos humanos. Miran hacia otro lado', critica la coordinadora de migraciones y desarrollo de la organización, Cristina Manzanedo.

Además, varias organizaciones han documentado traslados y abandonos de inmigrantes en el desierto y graves hacinamientos a la espera de su expulsión a terceros estados. 'Pensar que no vulneran los derechos humanos es de ilusos. Marruecos es el guardián de España, del mismo modo que Libia era el de Italia. Hacen el trabajo sucio', denuncia Manzanedo.

No obstante, en los últimos cinco años, la AECID ha llevado a cabo importantes proyectos de desarrollo en Senegal. Tras la avalancha de salidas de 2006, el presidente AbdoulayeWade suspendió en junio de aquel año el acuerdo de pesca con la UE y, en 2007, lanzó el Plan de Retour Vers l'Agriculture, que ofrecía parcelas de cultivo a los posibles inmigrantes jóvenes para evitar su migración por falta de recursos. Este es uno de los proyectos en los que más ha invertido España (1,3 millones en subvenciones y otros cinco mediante un crédito de ayuda al desarrollo), además de la creación de una red de silos de almacenamiento agrícola, proyectos de abastecimiento de agua y cultivo de arroz y la construcción de cinco escuelas taller para jóvenes.

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