Este artículo se publicó hace 15 años.
"Yo llegué al Geta antes que Míchel"
El hijo del entrenador del Getafe reconoce que en otro club estaría "más cómodo"
Ha heredado la ambición de su padre, sin ninguna duda. A los 21 años, Adrián muestra una declaración madura, que en modo alguno se detiene ante la comparación. Tampoco le ofende, y ni siquiera él concebiría esta conversación sin ella. A Adrián le obsesiona mejorar, no parecerse a su padre, entre otras razones porque hay algo que no lo hace posible. Míchel jugaba con la derecha. "Serán cosas de la vida", contesta con buen humor, "porque mi otro hermano no sólo es zurdo de pie, también de mano, así que debía ser mi madre la que nos obligaba".
"En otro club estaría más cómodo, pero yo no he forzado esta situación"
De usted se dice que tiene una zurda buenísima.
Es algo que se agradece, pero qué voy a decir yo.
¿No le gusta que le pregunten por su padre?
No, no pasa nada siempre y cuando la gente lo entienda. Míchel ha sido un futbolista muy importante y a mí me gustaría ser como él. Pero sé que es difícil llegar a ese nivel.
A su padre le decían el agonías, pero usted parece más tranquilo.
Sí, reflexiono mucho. Antes de jugar necesito estar tranquilo, porque así pensaré mejor. Si estuviese en tensión, me aceleraría más. Pero luego en el césped puede que sea como mi padre. Necesito tener la pelota a todas horas. Lucas Licht me dice que quiero un balón para mí solo. Y yo le digo que los futbolistas somos egoístas.
En el Getafe tiene una ventaja: conoce al entrenador mejor que nadie.
No estoy de acuerdo. Desde el primer día, Míchel dejó claro lo que buscaba y creo que lo entendimos todos.
Entonces tiene la ventaja de que puede llamarle a cualquier hora.
Hay gente que no se lo cree, pero yo no llevo nada de lo futbolístico a debate con mi padre. Si tengo una duda se la puedo preguntar a él o a Esnaider, el segundo entrenador, depende el día. Otra cosa es si hablamos de un problema familiar.
"El fútbol no se acaba en el Madrid, mas ¿por qué no pensar en volver?"
¿No es molesta esa decisión?
Yo claro que he pensado que podría estar más cómodo en otro equipo en el que Míchel no fuese el entrenador. Pero también debo decir que esta situación yo no la he forzado, porque llegué al Getafe antes que él. ¿Qué hacer entonces?
¿Qué hace para evadirse?
Este año no lo necesito. Me siento cómodo, estoy jugando, tengo cada partido para demostrarme que puedo ser un poco mejor, ¿de qué voy a quejarme? En todo caso, me podría quejar el año pasado que no jugaba. Pero tampoco. Básicamente, era el mismo que ahora.
¿Hasta qué punto le motiva la dificultad?
Para mí, cada partido es una prueba más. Si me demuestro a mí mismo que he mejorado un poco me voy contento. Sé que siempre habrá dudas acerca de mí y también que no puedo satisfacer a todos .
En otro equipo viviría más cómodo.
No se crea. Yo he jugado en otros equipos y he escuchado el mismo apelativo, gritos de gente que me criticaba por ser "hijo de..." Ahora bien, también le digo que me da igual. Yo quiero jugar. Yo quiero parecerme a Mata y Negredo, que fueron compañeros míos en el Madrid. El otro día, cuando me contaban lo que sintieron en la selección me moría de envidia, porque yo también quiero llegar hasta ahí.
Sólo habla de ambiciones, pero mire lo que le ha pasado a De la Red. ¿A su lado no se siente el más afortunado del mundo?
Hay veces en las que me pregunto cómo reaccionaría yo en su caso así, y no sé si sabría, porque es una cosa durísima. Querer y no poder... Tengo trato con él y me alegra que no lo lleve mal. Rubén es muy tranquilo y tiene ese ansia de volver. El día que salte al césped se acabará todo.
Lo peor es por las noches, cuando uno apaga la luz.
Yo, sinceramente, sueño con volverle a ver.
¿Ha sido fácil su vida?
Creo que sí, porque siempre que lo he necesitado he tenido el apoyo de mi familia, pero como futbolista no lo ha sido tanto. Yo hablo mucho con Torres, que ahora ha venido al Getafe con nosotros, y nos preguntamos cuántos compañeros conocimos en el Madrid desde que empezamos en benjamines hasta que llegamos a la última etapa de juveniles, ¿cincuenta, sesenta?, quizá más. Si lo ves así mi vida en el fútbol no ha sido fácil.
¿Por qué parece que su triunfo valdrá más?
A mí no me lo parece. Yo le daré el mismo valor que cualquier otro futbolista. Pensaré en la satisfacción que siento en vez de la revancha. Lo primero, porque no la necesito y lo segundo porque me acordaré de todas esas tardes frías y lluviosas en la Ciudad Deportiva del Madrid que tanto echo de menos y en la que todo el mundo se conocía. Pues bien, yo entonces me prometí que sería futbolista.
Al principio dijo que mejorar era su obsesión, pero no imaginaba hasta qué extremo.
Sí, puede ser, pero me acuerdo de cuando era niño e iba con mi madre al Bernabéu a ver a mi padre, nos situábamos en la grada alta y siempre que venía a sacar un córner me saludaba... Y, aunque el fútbol no se acaba en el Madrid, como se ha visto con Miguel Torres, ¿por qué no puedo pensar que algún día yo estaré allí?
Su padre no ganó la Copa de Europa...
Es otra cosas que he soñado.
¿Nunca imaginó otra vida?
Alguna vez sí medité estudiar empresariales, pero tampoco lo tenía claro, porque mi cabeza siempre me repetía lo mismo: "Adrián, tienes que ser futbolista".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.