López Aguilar acusa al PP de pintar con brocha gorda un "pesimismo lóbrego"

El cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar, cree que el PP se ha instalado en "la política sucia" y "pinta con brocha gorda un pesimismo lóbrego" para intentar enturbiar la campaña electoral y "oscurecer" el juicio de los españoles a la hora de ir a votar el 7-J.

En una entrevista con Efe, López Aguilar hace balance de la campaña electoral para el 7-J, entrada ya en su tramo final, unas horas antes de su segundo "cara a cara" con el "número uno" del PP, Jaime Mayor Oreja.

Un enfrentamiento político que se ha preparado durante el fin de semana con sus colaboradores del PSOE, aunque también se ha relajado con su familia en su tierra natal, Canarias.

Se ha mentalizado, además, para "despreciar serenamente las invectivas personales, misérrimas" que, a cuenta de su afición a tocar la guitarra y a dibujar caricaturas, sacó a colación Mayor Oreja en el anterior debate televisado.

Y es que, de acuerdo con su opinión, seguirá "ignorando olímpicamente" ese tipo de alusiones personales, que "nada tienen que ver con los españoles", porque no está dispuesto a hacer "perder el tiempo a nadie" con argumentos de "patio de colegio".

Aprovecha asimismo para arremeter de nuevo contra el PP por sus críticas al uso de aviones oficiales por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para acudir a mítines del PSOE.

Bajo su punto de vista, la actitud del PP es la "enésima muestra de miseria moral, cobardía y doble rasero" de "los fariseos" de ese partido, "la peor forma de injusticia y de desprecio al entendimiento de la ciudadanía".

Tras defender el uso de los "Falcon" por Zapatero, argumenta que la seguridad del presidente "nada tiene que ver" con las decisiones que tome el jefe del Ejecutivo, sino de quienes tienen que responder de su protección.

"Mienten cobardemente, ocultando el uso que ellos hicieron de los recursos públicos y que siguen haciendo en aquellas comunidades autónomas y ayuntamientos en los que gobierna", se queja.

Añade a la lista "algunos episodios bochornosos de despilfarro", entre los que alude a la boda en El Escorial de la hija de José María Aznar, y recuerda que entonces los socialistas no hicieron "el más mínimo comentario".

Según López Aguilar, "el colmo de las calumnias" es que Rajoy pretenda señalar a Zapatero "cuando todo el mundo sabe" que tanto él como Mayor Oreja "recorren España en coche oficial, protegidos por policías en un dispositivo proporcionado" a sus cargos.

Por eso, lamenta "sumamente" la actitud del PP, al que acusa de "estar concentrado al 300 por cien en explotar el malestar de los más débiles", cuya suerte "les importa un bledo" y por los que "no están dispuestos a hacer absolutamente nada".

Los socialistas, certifica su cabeza de lista, están desarrollando una campaña de movilización y llaman a la participación el 7-J, convencidos de que sus valores "son mayoritarios" y de que en sus propuestas está la respuesta a la crisis económica y a la reforma del modelo de crecimiento, para "no volver a caer en la primera curva".

De acuerdo con sus impresiones, el PP "no habla de Europa" en esta campaña, "ni siquiera de España, salvo mal", porque lo único que mueve al partido que lidera Mariano Rajoy es "el poder" y su "afán de revancha".

"No piensan en los españoles, ni mucho menos en los parados, si no es para explotar su malestar", observa.

Para López Aguilar, el PP intenta alejar a los ciudadanos de las urnas desmotivándolos y confía más en la abstención que en los votos, consciente de que "sus valores no son mayoritarios" en la sociedad española.

Durante su periplo por toda la geografía española para pedir el voto, este canario que en diez días cumplirá 48 años asegura haber sentido "el cariño de la gente" y "las ganas de ganar".

Sin embargo, apela a una "mayor implicación" a la hora de repetir su "mantra" de esta campaña: "Te importa, te afecta. Europa somos nosotros y nosotros somos los que estamos en juego".

Hace por eso un llamamiento a la movilización y a su "efecto multiplicador", desde la seguridad de que "no es cierto que los ciudadanos no entiendan la Unión Europea o la vean distantes".

"No está mal comprendida, sino mal explicada", opina.