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López subraya que la Ley de Partidos no exige la desaparición de ETA

El lehendakari advierte de que la ilegalización de Sortu 'no se puede hacer por sospechas', sino por 'hechos'

IÑIGO ADURIZ

La legalidad de Sortu la deben decidir los tribunales según la Ley de Partidos y no con nuevas exigencias que permitan su ilegalización a cualquier precio. El lehendakari Patxi López volvió a mostrarse ayer partidario de que la izquierda abertzale radical pueda concurrir a las elecciones siempre que cumpla con la normativa vigente que, según recordó, no exige la desaparición de ETA.

El lehendakari se defendió de las críticas que ha tenido que encajar esta semana, después de que, en una entrevista en Público, asegurara que 'Sortu no es lo mismo que ETA'. Se remitió a las palabras del ministro de Justicia, Francisco Caamaño: 'Si Sortu y ETA fueran lo mismo, lo que habría que hacer es detenerlos y meterlos en la cárcel', insistió durante su intervención en el Foro ABC, en Madrid.

No hay resquicio para la duda porque, tal y como recordó, la Ley de Partidos dice 'claramente' cuáles son las condiciones por las que un partido es ilegal, así como los requisitos para que cumpla con la legalidad. 'Y entre estas condiciones no está que ETA desaparezca', apuntó. Esa sí ha sido, en cambio, una de las nuevas exigencias planteadas por dirigentes del PP, del PSOE y por el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en los últimos días.

En el nuevo proceso abierto en Euskadi a raíz del desmarque de la izquierda abertzale de la violencia, López sólo se cree lo que ve. Y, de momento, lo que ve es que esa izquierda abertzale dijo ayer 'que su objetivo es que ETA desaparezca y que su voluntad es hacer política rechazando la violencia'. '¿No es lo que les habíamos pedido siempre?', se preguntó. Él considera que 'en democracia no se puede estar jugando todo el día a poner una condición diferente cada vez que conviene'. 'La ley es la ley, con lo bueno y con lo malo'.

En todo caso, añadió López, quien tiene que demostrar si sus movimientos van en serio son los promotores de Sortu. 'Sólo ellos' insistió. 'Y quien tiene que tomar la decisión es la justicia y sólo la justicia'. 'Es una cuestión muy seria en un Estado de Derecho, porque estamos hablando sobre derechos fundamentales. Y [la ilegalización] no se puede hacer por sospechas ni por condiciones que vienen de no sé dónde, sino en base a datos, hechos y realidades', recalcó.

El lehendakari entiende que estas afirmaciones pueden provocar ciertas discrepancias en Madrid, pero no consiente que nadie cuestione su firmeza contra ETA y contra los violentos. Mucho menos lejos de Euskadi. 'A veces oigo críticas hechas a 500 o a 1.000 kilómetros de distancia que no puedo asumir de ninguna de las maneras. Porque los que estamos ahí día a día, arriesgando la vida por defender la libertad, la paz, la democracia, la Constitución, el Estatuto, somos los socialistas vascos. Y lecciones, pocas', zanjó con firmeza.

Esa advertencia estaba dirigida, en parte, a miembros de su propio partido que no entienden las posiciones respecto a la izquierda abertzale que se defienden en Euskadi. No obstante, no cree que exista ninguna fractura entre los socialistas vascos y los del resto del Estado. 'Hay matices, es verdad, pero es que yo no entendería un PSOE de pensamiento único. Entiendo un PSOE que se nutre de diferentes posiciones'.

La principal discrepancia la puso de manifiesto el martes el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, que, en un artículo en El País, aseguró que Zapatero no ha apostado por la legalización de Sortu por 'falta de valentía' ante la derecha. Una afirmación que en ningún caso justificaría una sanción disciplinaria de la dirección federal del PSOE contra Eguiguren, en opinión del lehendakari.

'Se puede compartir o no', apuntó. López opta por lo segundo. Porque Zapatero, 'en este asunto en particular, ha sido el presidente más valiente que ha tenido este país', insistió. Además, el presidente vasco quiso dejar claro que 'el margen de la iniciativa política de los gobiernos está marcado en la ley'. Y, actualmente, 'si Sortu avanza es porque ha habido una política clara de firmeza, de tolerancia cero y de exigencia democrática'.

Pese a todo, él cree que se debe estar abierto a la participación democrática de todo ciudadano. 'La democracia no es una ciudad amurallada sin puertas de entrada. Al revés. Cuantos más entran, mayor es el triunfo de la democracia'.

El máximo representante del Gobierno vasco no tiene ninguna duda de que, si finalmente los tribunales acuerdan la ilegalización de Sortu, la izquierda abertzale tratará de concurrir a las próximas elecciones autonómicas y municipales del 22 mayo con 'un plan B o un plan C'.

Entre las opciones que se barajan, está la posibilidad de integrar a miembros de Sortu en listas de Eusko Alkartasuna (EA). Algo que no descarta el propio lehendakari, si bien insistió en que eso no debe suponer su ilegalización. Y es que, aseguró, 'EA es una formación democrática intachable a lo largo de su historia'. Otra cosa, matizó, es que, en estos momentos, 'se deje usar por el mundo de la izquierda abertzale'.

En el caso de que se plantee una situación de ilegalidad 'decidirán los tribunales', a su juicio, 'lista a lista'. 'Pero no vayamos a liarnos y acabemos pidiendo la ilegalización de todo el mundo', advirtió el lehendakari a quienes han reclamado ilegalizar a EA en el caso de que se produzca esa integración.

El respeto a las decisiones de los tribunales debe mantenerse, en su opinión, ante todo tipo de situaciones. Cuando las sentencias gusten y cuando no. Sobre la sentencia hecha pública ayer por el tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que condenó a España por vulnerar la libertad de expresión del exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegi, aseguró que si estaban encantados 'cuando Estrasburgo dijo que la Ley de Partidos se ajustaba al sistema democrático', ahora les 'gustará menos, pero también habrá que acatar la sentencia', dijo.

El lehendakari se mostró ayer distendido durante su visita a Madrid. Incluso salió en varias ocasiones del edificio donde se celebró el acto a fumar junto a los periodistas. Llamó la atención, sin embargo, el escaso respaldo que le brindó su partido. Tan sólo acudieron el diputado Txiki Benegas y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.

 

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