Este artículo se publicó hace 12 años.
Lúcido y lucido estreno mundial de "Iolanta" y "Perséfone" en el Real
El estreno mundial en el Real del montaje conjunto de "Iolanta", de Tchaicovski, y de "Perséfone", de Stravinski, ha llenado esta noche de "luz" e inteligencia emocional el teatro, subyugado con la bella propuesta de Peter Sellars y el seráfico timbre de un coro y cantantes que lo han bordado.
"¡Qué publico tan maravilloso, qué noche tan fantástica. No puedo estar más feliz!", decía a Efe el director de escena, el estadounidense Peter Sellars, nada más concluir la representación de la primera, largamente ovacionada y puntuada con bravos y aplausos en varias de las escenas.
Más tibia ha sido la acogida del poema musical y visual que es "Perséfone" que aunque ha sido muy aplaudida al concluir, cuando Sellars ha salido a saludar ha tenido que escuchar alguna protesta.
Si "Iolanta", en la que la pugna vital de Tchaicovski, que se suicidó 11 meses después, se transparenta, es una "ópera lírica" al uso tradicional, "Perséfone" combina la danza, la música, la mímica y el recitado, a cargo esta noche de la solvente actriz francesa Dominique Blanc.
Con el mismo decorado, un escueto "esbozo mitológico", y director musical, Teodor Currentzis, apasionado y entregado en su cometido, las criaturas de luz de "Iolanta" y las de sombra de "Perséfone", habitantes del infierno al que baja la compasiva "doncella", han subyugado al Real aunque quizá no haya cambiado la vida de los espectadores, como ambicionaba Sellars.
En ese viaje común de la oscuridad a la luz, el coro tiene un papel fundamental en ambas obras pero en los 50 minutos de "ternura y música perfumada" que es "Perséfone", según descripción de Sellars, todo el peso lírico recae en el coro de adultos y en el de niños, los Pequeños Cantores de la JORCAM, y en el tenor, en este caso el sólido Paul Groves.
En la romántica "Iolanta", Ekaterina Scheerbachenko (Iolanta en el primer reparto), Dmitry Ulianov (rey René), Alexej Markov (Robert), Pavel Cernoch (Vaudemont) y Willard White (el sacerdote suffí Ibn-Hakia) han interpretado extraordinariamente el "caso de negación, de mentira colectiva" que es esta ópera, que tiene libreto del hermano menor de Tchaicovski, Modest.
Tchaicovski (1840-1893) provocó la ira de la iglesia ortodoxa con su "reinterpretación" de la música de la liturgia ortodoxa, por eso Sellars y Currentzis han querido incorporar uno de los seis coros de querubines que compuso para ella.
En la escena novena, después del compás 188, se ha insertado un fragmento para coro a cappella del "Himno de los Querubines" -nº 6- de la obra "Liturgia de San Juan Crisóstomo Op. 41", que ha emocionado al público.
La "fusión" de "Iolanta" y "Perséfone" es un proyecto que Sellars acariciaba desde hace 20 años y que ha sido posible gracias al impulso del intendente del Real, Gerard Mortier,
"Perséfone", según Sellars, reproduce las texturas de las cuerdas, los coros femeninos, los vientos y los ritmos de "Iolanta" y del Tchaicovski tardío, "con una fragilidad, femeneidad y delicadeza" muy parecidas.
Sellars ha querido introducir la danza camboyana en esta producción porque estos bailarines tienen su propia historia de "regreso de entre los muertos, de resurrección" ya que son los descendientes de una generación masacrada por el régimen de Pol Pot.
El artista volverá en julio al Real para dirigir "Ainadamar", primera ópera del compositor argentino Osvaldo Golijov, que retrata el enorme impacto que la muerte de Federico García Lorca tuvo en su amiga y mentora, la actriz Margarita Xirgu.
El Real, que por primera vez ha ofrecido los sobretítulos de la ópera en castellano e inglés, ofrecerá la función del día 24 en directo por Radio Clásica, de RNE y por France Musique, de Radio France, y ese mismo día se podrá ver, en alta definición, a través del canal de televisión Mezzo y en Palco Digital del Teatro Real (www.palcodigital.com).
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