Este artículo se publicó hace 17 años.
Lucien Freud exhibe por primera vez en solitario en el MoMA
El pintor Lucien Freud, nieto del creador del psicoanálisis, exhibe su obra en solitario por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), gracias a una exposición que protagonizan sus casi desconocidos aguafuertes.
La obra de Freud contará con su propio espacio en el prestigioso MoMA, desde mañana y hasta el próximo 10 de marzo, con una exposición que analizará la maestría del pintor en un arte por el que se le conoce poco, el de los aguafuertes, y la relación que tienen estos trabajos sobre papel con sus lienzos.
Con más de sesenta años de carrera y reconocido como uno de los artistas en activo más importantes del mundo, Freud regresa con una colección de 68 aguafuertes y 21 lienzos a Nueva York, donde no había expuesto en ninguno de sus museos en los últimos catorce años.
Freud inició su idilio con los trabajos en papel en la década de los cuarenta, pero no hizo de ellos una constante en su producción artística hasta comienzos de los ochenta, cuando se lanzó a la ejecución de unas obras complejas y de grandes dimensiones con las que redescubrió ese formato.
Con una exposición en la que se ha trabajado durante más de cuatro años, el prestigioso museo neoyorquino presenta una buena representación de los poco más de ochenta grabados del pintor.
"Lo más sorprendente de la exposición es constatar cómo Freud considera el grabado: no como una parte separada de su trabajo, sino como una pieza clave más de su obra, no secundaria", explicó en declaraciones a Efe la comisaria de la exposición, Starr Figura.
La exposición se organiza alrededor de los temas que resultan cruciales en la obra de Freud, de entre los que destacan con nombre propio los desnudos y los retratos, y también aquellos otros recurrentes en su trayectoria como los perros o las estampas extraídas del jardín de su casa.
Enfrentados a los lienzos, la vertiente más conocida del pintor, se exponen los grabados al aguafuerte y algunos dibujos, con los que la muestra rinde cuenta de la habilidad de Freud para transgredir las fronteras entre los diferentes formatos con las mismas imágenes, a las que regresa en más de una ocasión pese al paso del tiempo.
"Freud no sigue ninguna convención en particular a la hora de ejecutar los grabados. Algunos se realizan después de la pintura, otros antes y otros ni siquiera encuentran relación en sus famosos lienzos", ahondó Starr, quien dejó claro que, "al contrario de otros artistas, el aguafuerte forma parte de su preparación para acercarse a una pintura".
Para el director del MoMA, Glenn Lowry, la exposición, que se presenta bajo el nombre de "Lucien Freud: Los aguafuertes del pintor", muestra una faceta de Freud que pocos conocen, pero que dice mucho de la visión del mundo que posee el autor.
El grabado es para Freud un formato íntimo y autobiográfico, comparable al dibujo, pero, como él mismo ha dicho en más de una ocasión, "con un elemento de peligro y misterio que hace que nunca se sepa cómo va a quedar, ya que lo que es negro se transforma en blanco, y lo que está a la izquierda se desplaza a la derecha".
Los mismos temas que se dejan ver repetidamente en sus obras son los protagonistas de unos aguafuertes en los que dominan los retratos a sus amigos íntimos y a miembros de su familia, como su madre Lucie o su hija Bella, en los que se aprecia el mismo impacto emocional que impregna sus cuadros.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.