Este artículo se publicó hace 12 años.
Lugar de nacimiento influye en riesgo de ACV en los hispanos
Por Andrew M. Seaman
Los hispanos que nacenen países extranjeros tienen un riesgo mucho más bajo de tenerun accidente cerebrovascular (ACV) que los nacidos o criados enEstados Unidos, y menos posibilidad de padecerlo que losestadounidenses blancos no hispanos, según una investigación.
El autor principal del estudio dice que los hallazgossugieren que los riesgos de tener un accidente cerebrovascularesadquieren forma tempranamente en la vida, y que un accidentecerebrovascular es una enfermedad "permanente".
"En otras palabras, para prevenir los ACV debemos examinarcómo se gestan en la niñez las raíces de riesgo", dijo porcorreo electrónico J. Robin Moon, de la Facultad de SaludPública de Harvard, Boston.
El equipo de Moon, cuyo estudio publica Stroke, analizó unabase de datos nacional de estadounidenses mayores de 50 ycomparó la información con la de más de 14.000 blancos nohispanos y unos 1.500 hispanos que no habían sufrido un ACVantes de 1998.
Los autores siguieron a las personas durante la siguientedécada y hallaron que, a los 60 años, cinco de cada 1.000hombres blancos no hispanos había tenido un ACV.
La cifra aumentó a ocho de cada 1.000 entre los hombreshispanos nacidos en Estados Unidos o que migraron al país antesde los siete años. En cambio, cuatro de cada 1.000 hombreshispanos nacidos en el extranjeros había tenido un ACV.
Entre las mujeres de 60 años, los resultados fueron casiidénticos. Cinco de cada 1.000 blancas tuvo un ACV, comparadocon siete de cada 1.000 hispanas nacidas en Estados Unidos ycuatro de cada 1.000 hispanas nacidas fuera del país.
Al considerar los factores socioeconómicos, desapareció ladiferencia de riesgo entre los blancos hispanos nacidos o no enEstados Unidos. Aun así, los hispanos extranjeros tienen un 42por ciento menos riesgo de tener un ACV que los blancos nohispanos con las mismas características socioeconómicas, segúnel estudio.
El equipo desconoce la causa exacta de estas diferencias,aunque existen varias teorías, como que los ciudadanos mássaludables son los que migran de un país a otro o que losinmigrantes regresan a sus países de origen para vivir allí laúltima etapa de la vida.
Aun así, para los autores, podrían existir factores queaumentan el riesgo de padecer la enfermedad en los hispanosnacidos en Estados Unidos, incluida la segregación y la pobreza.
El doctor Mitchell Elkind, profesor asociado de neurología yepidemiología de Columbia University, Nueva York, dijo quehabría sido importante conocer de qué países provenían loshispanos extranjeros, aunque consideró que este tipo deinvestigación es importante.
"Si pudiéramos saber por qué las personas de otras culturas,en especial las hispanas, tienen un riesgo más bajo que losestadounidenses, podríamos replicar sus actividades en EstadosUnidos", dijo Elkind, que no participó del estudio.
Aun así, el equipo observó un patrón de divergencia similarentre los no hispanos nacidos en Estados Unidos.
Maria Glymour, coautora del estudio, analizó datos de laregión sudeste de Estados Unidos conocida como "el cinturón deACV", donde la mortalidad por esa causa es un 50 por ciento másalta que en el resto del país.
"Algo interesante de esa región es que las personas nacidasallí tienden a conservar el aumento del riesgo si se mudan",dijo Glymour, profesora asistente de la Facultad de SaludPública de Harvard.
Pero si bien una persona no puede modificar el lugar denacimiento, Elkind dijo que pueden tomar algunas medidas parareducir el riesgo de tener un ACV: realizarse controles médicoscon regularidad, controlar la presión y evitar el consumoexcesivo de sal y carnes rojas, entre otras.
La Asociación Estadounidense de ACV estima que, cada año,unas 795.000 personas padece un ACV o un infarto cerebral y quemás de 137.000 muere por esa causa en el país.
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