Este artículo se publicó hace 11 años.
Luis García Montero: "La poesía es una sublevación ante el dogmatismo"
El poeta granadino recitó ayer parte de su obra dentro del ciclo 'El Poeta lee al Poeta' organizado por el Centro de Nuevos Creadores
Con la intención de acercar la poesía al teatro, el Centro de Nuevos Creadores ha puesto en marcha el espacio El Poeta lee al Poeta, un ciclo que ha convocado ya a algunas de las mejores plumas del país como Joaquín Sabina, Benjamín Prado o Javier Gallego Crudo.
Ayer fue el turno del poeta granadino Luis García Montero, destacado ensayista y columnista habitual de Público. Con su "poesía civil" bajo el brazo, tradición poética a la que —como él mismo apuntó— se suscribe junto a otros poetas como Ángel González o Jaime Gil de Biedma, el andaluz fue esgrimiendo sus versos comprometidos ante una audiencia en su mayoría joven.
"Son malos tiempos para la justicia. / Vengan a ver la farsa, / el decorado roto, la peluca mal puesta, / palabras de cartón y pantomima.". Las primeras líneas del poema La Farsa, escogido ex profeso por el poeta para "ejemplificar la democracia en la que vivimos", sirvieron para dar comienzo a un recital en el que el escritor fue intercalando sus versos con reflexiones sobre la actualidad política y su modo de entender el arte de rimar.
"Concibo la poesía como el ejercicio que representa a cualquiera que quiere ser dueño de sus propias opiniones, que busca el pequeño ‘no' que hay dentro de un ‘sí', el dogmatismo es la prisa de las ideas". Montero citó aquellas palabras ya míticas de Neruda en las que, durante el golpe de estado chileno, advirtió a sus represores: "Miren por todas partes; sólo encontrarán una cosa peligrosa para ustedes: Poesía".
Pero el innegociable compromiso político de Montero también pasó por momentos de flaqueza. Como se encargó de explicar poco antes de atacar Primer día de vacaciones, poema en el que narra con cierto desencanto un momento vital en el que pareció cuestionar todo en lo que había creído. "Decidí olvidarme de todo aquello, pero me quedé sin sueños y me volví un cínico, de modo que volví a refugiarme en los sueños", explicó el autor.
Montero también quiso recordar las palabras del gran poeta surrealista André Breton: "Transformar el mundo, dijo Marx; cambiar la vida, dijo Rimbaud: estas dos consignas para nosotros son una sola". Con ellas, puso de relieve la importancia de cambiar nuestro día a día, de implicarnos más y de implicar a la poesía en lo que acontece.
En su recuerdo, y en el de sus versos, quedó patente la admiración del andaluz por Rafael Alberti y Ángel González a los que homenajeó con sendos poemas. Del primero destacó su dignidad y su capacidad para cantar a la metamorfosis que simboliza la naturaleza frente "al pasado de muerte y olvido que persigue a todo exiliado". Del segundo, destacó la lealtad a sus valores que mantuvo hasta el final de sus días.
Por último, y a petición del público, leyó Aunque tú no lo sepas, poema que inspiró la canción del mismo título que Quique González escribió para Enrique Urquijo. Montero anunció también un proyecto en común con el cantautor en el que éste último musicará sus versos.
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