Este artículo se publicó hace 15 años.
Lula reclama un nuevo mundo con más poder para los países en desarrollo
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó hoy que los países pobres y en desarrollo aumenten su poder en las instituciones multilaterales, para hacerlas más democráticas y adaptarlas al mundo actual.
"Un nuevo mundo es un imperativo político y moral", afirmó en su discurso en la tribuna de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Solo unas agencias internacionales más democráticas y representativas serán capaces de abordar problemas complejos, como es la reorganización del sistema monetario internacional", aseguró Lula.
Subrayó también que el Consejo de Seguridad, el principal órgano de decisión de las Naciones Unidas y en el que Brasil reclama un asiento permanente, no puede seguir funcionando bajo la misma estructura impuesta tras la Segunda Guerra Mundial.
En relación a la crisis que estalló en Estados Unidos y se contagió por todo el mundo, el mandatario brasileño la definió como "más que una crisis de grandes bancos, una crisis de dogmas".
El control de la crisis y cambiar el curso de la economía mundial "no puede dejarse solo en manos de unos pocos. Los países desarrollados" y las agencias multilaterales han sido "incapaces de frenar la catástrofe y mucho menos de prevenirla", subrayó.
Doce meses después, "observamos algunos progresos, pero persisten muchas dudas", dijo el gobernante brasileño, quien abogó por confrontar las graves distorsiones de la economía global en el área multilateral.
Lula, que abrió el debate de la Asamblea General y fue el primer país latinoamericano en intervenir en este foro, hizo un duro reproche a los países ricos por no afrontar la reforma de las agencias multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial y por la parálisis de las negociaciones de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial.
Sesenta y cinco años después, dijo, el mundo no puede estar sujeto a las mismas reglas y valores que prevalecieron en la Conferencia de Bretton Woods.
Lula señaló que su país se dirige hacia ese mundo multipolar, pero al mismo tiempo basado en experiencias regionales de integración, tales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El presidente brasileño también pidió "voluntad política" para acabar con el embargo a Cuba y afrontar la amenaza del cambio climático.
"Es necesario construir un nuevo orden internacional que sea sostenible, multilateral y menos asimétrico, libre de hegemonías y regido por instituciones democráticas", concluyó.
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