Este artículo se publicó hace 16 años.
El Madrid se cobra su revancha en el clásico
Euroliga: Tras un inicio desastroso, el Barça protagonizó un estéril remonte.
A la tercera, el Real Madrid se cobró la revancha. Le costó sudor, mucha emoción y una ayuda arbitral innecesaria, pero acabó imponiéndose al Axa Barcelona en un encuentro que tenía premio: la segunda posición del grupo C de la Euroliga y, por tanto, un sorteo más benévolo en el Top 16.
La aparición tardía de Bullock, un fantástico tapón de Hervelle ante un timorato Marconato y una falta antideportiva señalada a Pepe Sánchez a 22 segundos de la conclusión abortaron la resurrección del Barça que, tras un primer cuarto nefasto, había protagonizado un encomiable remonte. Le sirvió de poco el esfuerzo a los azulgrana.
Más fresco de ideas y menos cargado de faltas (Kasun fue eliminado a un minuto del final), el Madrid recuperó la eficiencia anotadora que había exhibido en el principio del cuarto final y los de Ivanovic, agotados por el esfuerzo y condenados por las faltas, se quedaron a un paso de protagonizar un vuelco espectacular.
Porque el Barça, que parecía tenerle la medida tomada a los de Plaza, se desmoronó de manera desoladora en el primer cuarto. Lejos de aplicar la fórmula que tan buenos resultados le había ofrecido en los dos enfrentamientos anteriores, los azulgrana se pusieron a merced del Madrid que, con la lección aprendida, imprimió un ritmo frenético y cargó todo el juego sobre sus pívots.
Dominio reboteador
En un par de minutos, Reyes y Papadopoulos causaron estragos en la retaguardia del Barça: Kasun cometió dos faltas en dos minutos y, antes de concluir el primer cuarto, Marconato ya había sumado la tercera. Todo un lastre para un equipo que defendía mal -el Madrid anotó 17 puntos en cinco minutos- y atacaba peor.
Obligado por la buena defensa madridista, el equipo de Ivanovic jugó al límite de la posesión, con una mala selección de tiro, sin un referente ofensivo que le permitiese superar los 11 tristes puntos en 10 minutos. Imponiendo su ritmo y su poderío bajo tablero, el Madrid se fue de 15 puntos(24-9) y pareció sentenciar el partido. Nada más lejos de la realidad.Consciente de lo que se jugaba, el Barça se recompuso en el segundo acto. Basile y Grimau asumieron el protagonismo ofensivo y al Madrid, sorprendido por la virulenta reacción azulgrana -recortó la desventaja a cuatro puntos, 35-31-,se le paró el contador durante un buen rato. Había partido.
Fran e Ilyasova aparecieron de manera inesperada y su actuación atajó la sangría del Barça bajo tablero y volteó el marcador. El Madrid reaccionó a tiempo y sumó su primer clásico del año.
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