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Magnotta añade su nombre a la lista de los peores crímenes de Canadá

EFE

El regreso a Canadá de Luka Rocco Magnotta, el supuesto autor del macabro asesinato del estudiante chino Lin Jun, trae recuerdos a los canadienses del historial de brutales asesinos que en las dos últimas décadas han escandalizado al país norteamericano.

Los detalles del asesinato de Lin Jun, estudiante de 33 años de la Universidad Concordia de Montreal, han provocado reacciones extremas entre el público canadiense, la policía e incluso los abogados relacionados con el caso de Magnotta, quien huyó a Europa antes de que se descubriera el crimen y fue detenido el 4 de junio en Berlín (Alemania) desde donde fue extraditado esta semana.

La terrorífica historia se inició el pasado 29 de mayo cuando un trabajador del gobernante Partido Conservador abrió un paquete enviado por correo a la sede central de la formación política en Ottawa y descubrió en su interior un pie ensangrentado.

Al mismo tiempo, la Policía de Montreal descubrió en una calle de la ciudad, un torso decapitado y desmembrado en el interior de una maleta arrojada a la basura.

La policía canadiense no tardó en relacionar los dos macabros hallazgos y rápidamente se dio cuenta de que el autor era alguien gravemente trastornado.

En pocas horas, la policía ya tenía a su principal y único sospechoso, el modelo y actor porno Luka Rocco Magnotta, en parte gracias a un vídeo que parece recoger el asesinato de Lin Jun y que había sido colgado en internet por el supuesto asesino.

Tan pronto como se supieron los detalles de canibalismo, necrofilia y la existencia de un truculento vídeo que recogía las acciones del asesino, muchos canadienses recordaron al matrimonio formado por Paul Bernardo y Karla Homolka.

Bernardo y Homolka saltaron tristemente a la fama a principio de la década de los años 1990 cuando raptaron, violaron y asesinaron a dos adolescentes en los alrededores de Toronto.

Y como Magnotta, la pareja grabó en vídeo las sesiones de tortura y violaciones a las que sometieron a sus víctimas aunque a diferencia del llamado "caníbal de Montreal", las imágenes sólo fueron descubiertas después de que la pareja fue condenada.

Aunque la policía sospecha que Bernardo y Homolka cometieron otros asesinatos, incluida la muerte de la hermana pequeña de Karla Homolka, no ha podido demostrarlo.

La pareja no sólo tienen en común con Magnotta el vídeo y la crueldad de sus crímenes, sino que son de la misma localidad, Scarborough, un municipio situado en el extrarradio de Toronto.

Bernardo fue condenado a cadena perpetua en 1995 y sigue en prisión. Sin embargo, Homolka, quien para muchos fue el verdadero cerebro de los asesinatos, fue condenada a 12 años a cambio de declarar contra Bernardo y quedó en libertad en julio de 2005.

Durante más de una década sus crímenes fueron considerados en Canadá como el perfecto ejemplo de la maldad asesina hasta que en 2007, otro nombre se ganó el calificativo del peor asesino en serie de la historia de Canadá: Robert William Pickton.

Pickton fue condenado en diciembre de ese año a cadena perpetua por el asesinato de seis mujeres entre 1997 y 2001 pero la policía cree que el criador de cerdos de Port Coquitlam, a unos 45 kilómetros al este de Vancouver, mató entre 50 y 67 mujeres, en muchos casos prostitutas, drogadictas e indígenas.

El horror del increíble número de víctimas atribuidas a Pickton sólo es superado por los detalles de sus crímenes.

En el congelador del asesino, la policía encontró las cabezas seccionadas verticalmente de dos de sus víctimas, así como pies, manos y otros restos humanos.

Algunos medios de comunicación publicaron durante el juicio que Pickton utilizó los cuerpos de muchas de sus víctimas para alimentar a los cerdos por eso la policía tuvo que emplear durante 10 meses decenas de estudiantes de arqueología para cribar pacientemente la tierra de la propiedad de Pickton en busca de cualquier hueso o resto humano que pudiese existir de las víctimas.

Más recientemente, el público canadiense quedó horrorizado con los crímenes de uno de los militares más destacados del ejército canadiense, el coronel de la Fuerza Aérea Russell Williams.

Williams, un respetado militar que en el momento de su detención era el comandante de la principal base aérea del país y que llegó a pilotar aviones que trasladaron a la reina de Inglaterra, Isabel II, y a los más altos cargos del Gobierno canadiense, fue condenado a cadena perpetua en octubre de 2010 por el asesinato de dos mujeres.

También fue condenado por cometer varios asaltos sexuales y decenas de robos, en su mayoría ropa íntima, en viviendas situadas en los alrededores de la base que comandaba.

Tras su detención en febrero de 2010, la policía encontró centenares de fotografías y vídeos que recogen las torturas y asesinatos a sus víctimas.

Bernardo, Homolka, Pickton, Williams y ahora, Magnotta todos tienen algo en común: La atrocidad de sus crímenes.

Julio César Rivas

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