Este artículo se publicó hace 15 años.
Mainar confesó el crimen de Fago "para llamar la atención""
Santiago Mainar, el único acusado por la muerte del alcalde de Fago, dijo el lunes que se autoinculpó del crimen de forma "altruista" para poder contar lo que ocurrió en esta pequeña localidad oscense y liberar de la presión a los otros vecinos del pueblo.
"Quise autoinculparme para llamar la atención, para ser yo la persona que en su momento dé testimonio de lo que pasó en Fago", afirmó en la primera sesión del juicio, que empezó el lunes en la Audiencia de Huesca.
"Para que me llevasen a mí a la cárcel, y no a los demás. Eso se llama altruismo", aseguró.
El cadáver de Miguel Grima fue hallado en un barranco el 13 de enero de 2007. Mainar, un agente forestal y antiguo candidato a alcalde por el PSOE en la localidad, se declaró ante la Guardia Civil único culpable del asesinato del edil del Partido Popular, después de tres semanas de un misterio que inundó la pequeña localidad pirenaica de periodistas.
Sin embargo, en su declaración posterior ante el juez se desdijo y se proclamó inocente, postura que ha mantenido hasta ahora.
"No he matado a nadie", insistió en el juicio.
El fiscal pide 21 años de cárcel para Mainar, que permanece en prisión desde hace más de dos años y medio.
El acusado dijo que se confesó autor del crimen tras hablar "durante horas" con la Guardia Civil y que hizo una "ficción teatral".
"Llegué a un acuerdo con ellos, de que si yo me declaraba culpable, no volverían a presionar a nadie, fue una especie de pacto tácito", explicó.
A preguntas de si cambió su declaración tras hablar con su abogado, respondió: "El letrado me dijo exclusivamente que dijera la verdad".
Grima apareció muerto por disparos de postas al día siguiente de desaparecer tras asistir a una reunión de alcaldes y concejales de la comarca pirenaica.
La investigación sobre el caso atrajo un enorme interés mediático, e incluso fue objeto de una miniserie de televisión. Para el juicio, se han acreditado casi 200 periodistas.
La investigación reveló la clara enemistad que despertaba en algunos vecinos del pequeño pueblo la gestión de Grima, entre ellos el propio Mainar, enfrentado con él por cuestiones como la licencia para una casa rural o una explotación ganadera.
La Guardia Civil llegó a tomar muestras de ADN a muchos de los 32 vecinos censados del municipio. La acusación presenta como pruebas que los restos biológicos encontrados en el coche del alcalde de Fago coincidían con el perfil genético de Mainar y que se encontraron restos de pólvora en los dedos del agente forestal.
Por su parte, la defensa argumentó que su defendido no pudo quitarse la ropa y vagar por el Pirineo, porque hubiese muerto por hipotermia; o que es zurdo y además acababa de salir de una operación de cataratas.
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