Sí: manda huevos tanto cinismo y desprecio

Que el PP liquide la comisión de investigación sobre la trama de espionaje en Madrid apenas causa sorpresa. Se veía venir desde el principio, cuando, sin pudor, colocó en la presidencia de la comisión al diputado Benjamín Martín Vasco, que poco después se vio forzado a dimitir por estar implicado en el escándalo.

Resuelto el incidente, arrancaron los interrogatorios, pero de inmediato quedó en evidencia la estrategia del PP de dinamitar la investigación por cualquier medios a su alcance: burlándose de las preguntas, negando información y, sobre todo, vetando la comparecencia de los principales perjudicados por el espionaje.

Hace unas semanas, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ordenó suspender la indagación interna que el partido había iniciado sobre la trama, con el argumento de que el asunto iba a ser abordado por la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid. Rajoy deberá ahora aclarar si comparte las actuaciones de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, o si, por el contrario, esta se ha colocado en una situación de rebeldía ante su máximo líder al dinamitar la comisión.

Quizá la mejor descripción de lo que ha sido esta comisión la formuló ayer, sin pretenderlo, su presidenta, la popular Rosa Posada, con el comentario del "manda huevos". Sí: manda huevos tanto cinismo y tanto desprecio a la ciudadanía como los que está exhibiendo el PP.