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Maniche, de "salida pendiente" a la pretemporada del equipo en quince días

EFE

Unas negociaciones sin éxito para su traspaso y unas posteriores palabras de arrepentimiento de su enfrentamiento con el técnico mexicano Javier Aguirre han cambiado de momento la situación del portugués Maniche en el Atlético de Madrid, en el que ha pasado de "salida pendiente" del club a unirse a la pretemporada del equipo.

El centrocampista se incorporó hoy a la concentración en Los Ángeles de San Rafael, donde se reencontró con el entrenador siete meses después de que una controversia entre ambos acabara con el futbolista cedido en el Inter de Milán y con la inmediata necesidad de buscarle destino fuera del Atlético durante este verano.

Todavía queda más de un mes por delante para su traspaso a otro club, pero, por ahora, Maniche, que tiene un año más de contrato, ya está a las órdenes de Aguirre. Era una situación impensable hace unas semanas, porque el futbolista, con su futuro lejos del Calderón, ni inició la pretemporada el 7 de julio ni viajó a México.

De hecho, en los últimos meses, tanto Maniche, que veía "difícil, por no decir imposible", volver con Aguirre como técnico ("Si me cedieron fue por su causa, porque teníamos grandes diferencias de opinión y la convivencia se volvió imposible", dijo el jugador el 5 de junio), como el club daban por segura su marcha este verano.

"La plantilla está cerrada, a expensas de la única salida pendiente de Maniche", afirmó el pasado 11 de julio Jesús García Pitarch, director deportivo del Atlético, que calificó la situación del medio centro como "la única salida un poco forzada que queda por hacer de las previstas inicialmente".

Fue el pasado jueves cuando llegó el primer giro en la situación del medio centro, aunque no definitivo para su permanencia en el Atlético. En una entrevista en la página web oficial del club, el futbolista rectificó sobre su enfrentamiento de la pasada campaña con el entrenador e incluso mostró su arrepentimiento.

"Todos -dijo- cometemos fallos y creo que siempre estás a tiempo de rectificar si lo haces de corazón. Yo he cometido una serie de errores y he faltado al respeto no sólo al entrenador sino también a mis compañeros. Cuando pasa el tiempo y analizas la situación te das cuenta de que son cosas que no deberían haber pasado. Hay momentos en los que dices cosas de las que te arrepientes al día siguiente".

Y aseguró: "Se ha hablado mucho sobre mi salida del club, pero lo más importante es que yo quiero quedarme aquí. Me gusta todo del Atlético: el club, la afición y me encanta jugar en el Vicente Calderón. Es una decisión que no sólo depende de mí, pero quiero hacer todo lo posible para quedarme".

Ahora, las infructuosas negociaciones para su traspaso a otro club han provocado la incorporación del centrocampista a la pretemporada del Atlético, siete meses después del "desencuentro o falta de entendimiento" con Javier Aguirre a mediados del pasado diciembre, según lo calificó el club por aquel entonces.

Hasta ese momento, el futbolista había sido fijo en el once rojiblanco de la pasada temporada, en la que jugó los primeros quince partidos de Liga de titular, catorce de ellos completos y con dos goles, aunque el enfrentamiento con el técnico le apartó de las convocatorias en el mes previo a su cesión al Inter de Milán.

También había sido habitual en las alineaciones durante su primera campaña en el Atlético, en 2006-07, en la que disputó 28 de los 38 encuentros de Liga, 25 de ellos como titular, aunque ese curso ya protagonizó varios episodios polémicos, entre ellos su retraso de 40 minutos a un entrenamiento.

Fue el 7 de enero de 2007, tras el empate sin goles en casa frente al Gimnástic (0-0), en un partido en el que había sido baja por sanción. Ese día, Aguirre le dejó sin entrenarse y le descartó del siguiente partido, en Copa del Rey frente a Osasuna, aunque el paso de los días devolvió todo a la normalidad.

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