Manifestantes se niegan a dialogar si no se disuelve el Parlamento tailandés en 15 días

Los "camisas rojas" que apoyan al ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra se negaron hoy a volver a negociar con el Gobierno si éste no disuelve el Parlamento y convoca elecciones en 15 días.

"Las negociaciones han fallado completamente y las damos por acabadas. El Gobierno no es sincero al decir que necesita nueve meses para disolver el Parlamento", afirmó Jatuporn Prompan, uno de los dirigentes de las protestas.

El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, propuso ayer disolver la Cámara Baja a finales de año, un año antes de lo previsto, para acabar con las manifestaciones y la crisis política tras más de dos semanas de movilizaciones callejeras en Bangkok.

Los líderes de los "camisas rojas", agrupados en el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, han decidido no aceptar la propuesta, después de que Shinawatra dudara de la sinceridad del jefe del Ejecutivo.

Las protestas comenzaron el pasado 14 de marzo, cuando 100.000 manifestantes tomaron las calles de Bangkok y, desde entonces, entre 10.000 y 20.000 permanecen acampados en un cruce cercano al antiguo Palacio Real.

Por segunda vez, el Gobierno ha prorrogado una semana más la Ley de Seguridad Interna en Bangkok y dos provincias aledañas, lo que permite al Ejército colaborar en el mantenimiento de la seguridad.

Las manifestaciones han transcurrido sin incidentes, aunque más de 30 granadas y artefactos han explotado en diversos edificios oficiales, hiriendo a cerca de una veintena de soldados y civiles.

Tailandia está inmersa en una profunda crisis institucional desde el golpe de estado que derrocó en 2006 al multimillonario Shinawatra, un ex coronel de la Policía que se ganó a las clases humildes con políticas sanitarias y sociales populistas.

La mayoría de los "camisas rojas", pertenecientes a las clases rurales del norte y noreste del país, apoyan a Shinawatra y tachan a Vejjajiva de "hombre de paja" de la elite y el Ejército.

El ex líder tailandés vive actualmente en el exilio puesto que es prófugo de la justicia tailandesa, que recientemente confiscó la mitad de su patrimonio por su origen ilícito.