Este artículo se publicó hace 15 años.
Los manifestantes presionan al primer ministro tailandés para que renuncie
Los cabecillas de la manifestación contra el Gobierno de Tailandia, que la víspera congregó a 100.000 personas en Bangkok, aseguraron hoy que continuarán con las protestas hasta conseguir la renuncia del primer ministro, Abhisit Vejjajiva.
El coordinador del Frente Unido para la Democracia y Contra la Dictadura, Jatuporn Phrompan, dijo que concedía un plazo de 48 horas a Vejjajiva para renunciar y amenazó con trasladar las protestas a la localidad de Pattaya, a unos 160 kilómetros de la capital y donde este fin de semana se reunirán los jefes de Estado y de Gobierno de los países asiáticos.
En respuesta a la amenaza, el jefe del Gobierno reiteró que no aceptará las demandas de los manifestantes de la plataforma política del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, aunque respeta su derecho a manifestarse de forma pacífica.
"Mi postura continúa siendo la misma, pueden seguir con las manifestaciones mientras respeten la ley", declaró Vejjajiva a uno de los canales estatales de televisión.
Tras la multitudinaria manifestación celebrada la víspera, cerca de 25.000 seguidores del Frente continuaban acampados en las proximidades de las residencias del primer ministro y del consejero real, Pren Tinsulanonda, principales blancos de la protesta.
Vejjajiva señaló que las protestas no afectarán a la celebración de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y de Asia Oriental, previstas para el sábado y domingo, respectivamente.
Al encuentro asistirán los mandatarios de Australia, China, Corea del Sur, Japón, India y Nueva Zelanda, además de los de los diez países de la ASEAN y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La ASEAN está formada por Birmania (Myanmar), Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Además de pretender forzar la renuncia de Vejjajiva y su Gobierno, los manifestantes intentan de esa forma abrir una vía al regreso de Shinawatra, el gobernante depuesto en el golpe de Estado de 2006.
Desde el golpe de estado perpetrado por los militares, Tailandia atraviesa una profunda crisis política y social.
A finales del año pasado, los detractores de Shinawatra, conocidos como los "camisetas amarillas", ocuparon durante cuatro meses la sede del Ejecutivo y durante una semana bloquearon los dos aeropuertos de Bangkok, dejando en tierra a unas 350.000 personas.
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