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La mano dura de Brown no reduce los crímenes juveniles

Los acuchillamientos mortales de jóvenes pasan de 30 a 129 en un año

ÍÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El número de asesinatos y homicidios ha disminuido en el Reino Unido a niveles que no se veían desde finales de los años 80. Sin embargo, hay una estadística criminal que preocupa mucho desde hace un año y que se resiste a seguir esa tendencia: la de los asesinatos cometidos por jóvenes armados con navajas y cuchillos.

El plan de choque puesto en marcha hace nueve meses por el Ministerio del Interior británico no ha servido de mucho. En las grandes ciudades inglesas, el número de víctimas mortales entre los adolescentes no ha variado (23 muertes). El salto es preocupante en el caso de mayores de 20 años. En un año, se ha pasado de 7 a 103 asesinatos.

La alarma social suscitada por estos crímenes, en buena parte alentada por la prensa, obligó a la Policía a no abandonar a su suerte a las zonasurbanas más deprimidas. El plan de choque, con un coste de tres millones de libras, incluía un aumento de la presencia policial y frecuentes cacheos en la calle a jóvenes de aspecto sospechoso. Llevar una navaja escondida se convirtió en motivo suficiente para ser detenido y acabar en prisión.

Los agentes no se van con las manos vacías. En total, se incautaron de 5.469 navajas y cuchillos en 250.000 registros. Un lugar muy propicio para descubrir las armas eran los colegios a la salida de las clases. El motivo era simple: muchos jóvenes no salían de casa sin su navaja y confesaban que era la única manera que tenían de sentirse seguros.

Algunas estadísticas, en cambio, sí son prometedoras. El número de incidentes violentos entre adolescentes con navajas de por medio ha descendido un 17%. También se ha reducido el número de menores heridos por arma blanca en los servicios de Urgencias de los hospitales. A pesar de todo, la cifra de muertos se mantiene, lo que demuestra que ciertas realidades sociales escapan del control de los políticos o la Policía.

La segunda fase de la lucha contra la criminalidad comprende nuevas medidas de tipo policial y entrará en vigor en breve, con un coste de cinco millones. El objetivo ahora es encarar todas las formas de violencia entre niños y jóvenes de entre 13 y 24 años, y no limitarse a un arma determinada. En las grandes ciudades, la cultura de las bandas ha alcanzado a muchos jóvenes, que viven en una Gran Bretaña de zonas urbanas desoladas muy alejadas del concepto que los británicos tienen de su país.

Se buscará, además, la colaboración de los comercios. Varios supermercados han colocado avisos en las últimas semanas para comunicar a sus clientes que algunos de sus productos, en especial cuchillos, no se venderán a los menores de 25 años.

El pasado lunes, el primer ministro, Gordon Brown, recibió en Downing Street a familiares de jóvenes apuñalados en la calle. Gestos como este se repetirán en el futuro. El asunto de la criminalidad será uno de los temas básicos de la campaña electoral, prevista para 2010. Aunque las estadísticas oficiales lo desmientan (648 asesinatos en el último año, 136 menos que el anterior), los conservadores acusan al Gobierno de permitir un aumento de la delincuencia.

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