Este artículo se publicó hace 14 años.
La mano de obra más barata del océano
Un 20% de los marineros en buques y petroleros viene de Filipinas. La explicación, los menores costes laborales
Andrea Rodés
Cada mañana, cientos de marineros de toda Filipinas se reúnen en una céntrica esquina en la capital, Manila, para buscar empleo. Es Luneta Park, un lugar designado por el Gobierno local en 2006 para facilitar el reclutamiento de marineros locales por parte de navieras extranjeras. Filipinas se ha convertido en el primer exportador mundial de trabajadores del mar, seguido por India. Hay cerca de 250.000 inmigrantes filipinos empleados en buques y navíos foráneos, lo que supone un 20% del total mundial. La cifra crece a medida que la crisis fuerza a las empresas a contratar mano de obra barata.
En el Luneta Park plantan a diario su stand unas 120 empresas del sector (desde pequeñas navieras japonesas a gigantes del transporte marítimo como la danesa Maersk) para informar de sus vacantes a los visitantes. La naviera sueca Laurin Maritime, especializada en transportar sustancias químicas, buscaba el pasado febrero ingenieros y cadetes para su flota. Ofrecía contratos de entre 10 y 12 meses de duración, con el sueldo más bajo fijado en 2.900 dólares al mes (unos 2.100 euros). "Tres veces más de lo que podría ganar en mi país", asegura Pablo Zablan, un filipino que lleva más de 20 años trabajando de timonel. Zablan ya está contratado por una petrolera noruega, pero ha venido a echar un vistazo a las ofertas mientras espera la fecha de embarque. El salario puede alcanzar hasta los 8.500 dólares (6.500 euros) para los puestos superiores de capitán o ingeniero. "La nacionalidad de la empresa da igual, lo que importa es el salario y el seguro médico", dice.
Salvador S. Santos, subdirector de un Centro Oficial de Asistencia a los marineros abierto en Loreta Park en 2006, cree que los ingresos no son el único atractivo para que miles de filipinos decidan cada año embarcarse: "Vivimos en un archipiélago de 7.000 islas, la gente está acostumbrada a ver pasar barcazas desde su casa. Saben que trabajar ahí es una opción para de salir de la miseria".
El dominio del inglés y un nivel educativo superior al de otros países en vías de desarrollo ha permitido a los filipinos convertirse en la principal fuerza laboral en el océano. Cada año, más de un millón de personas salen del país para trabajar en el extranjero ante la endémica falta de oportunidades económicas. El Gobierno controla y promueve estos flujos migratorios, ya que las remesas de los trabajadores en el extranjero suponen un 10% del PIB del país.
A diferencia del resto del Sureste asiático, Filipinas es un país con una economía estancada, acechado por la pobreza, la superpoblación, la corrupción y una sequía salvaje por culpa del cambio climático que perjudica la agricultura.
El FMI prevé un alza del PIB (que en 2009 creció un 1%) del 3,2% para este año. Una cifra muy baja en comparación con el resto del Sureste Asiático, la región que más crece del mundo, liderada por China, que prevé un alza superior al 8% este año. Según Santos, al menos los marineros filipinos han ganado con la crisis. Son más baratos que sus rivales, los indios. De hecho, asegura, muchos prefieren quedarse en los puestos peor remunerados (marinero o timonel) durante años para no asumir el coste de los exámenes de promoción ni cargar con más responsabilidad, por miedo a perder oportunidades de empleo.
La dureza de las condiciones laborales explica por qué la mayoría de contratos no dura más de 10 meses, lo que da pie a una elevada rotación. Los marineros pasan largas temporadas sin pisar tierra, alejados de las familias, desembarcan en lugares peligrosos o bajo el riesgo de ser atacados por piratas. A Zablan le tocó desembarcar en Irak en 2003 durante la invasión de EEUU y su petrolero ha sido atacado por piratas indonesios en diversas ocasiones. De ahí que, en una pequeña placa en la entrada del parque, la presidenta Gloria Macapagal-Arroyo mandara grabar una conmemoración en honor a los marineros "los héroes modernos del país".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.