Este artículo se publicó hace 16 años.
Marginalidad y delincuencia llegan al Festival de Granada con Weng y Mendoza
La cara más sórdida de la sociedad de Filipinas y China se ha exhibido hoy dentro la sección oficial del II Festival de Cines del Sur de Granada de la mano de dos premiados directores y dos notables trabajos: "Tirador", de Brillante Mendoza, y "Jin bi hui huang", de Robin Weng.
La primera, ganadora del Premio Caligari en el 58 Festival Internacional de Berlín y séptimo film de Mendoza, es un híbrido entre la ficción y el documental, rodada a tiempo real con actores que reproducen la marginalidad, la pequeña delincuencia y la corrupción política de una comunidad del centro de Manila.
El incesante movimiento de la cámara, en ocasiones extenuante, contribuye a recrear la atmósfera asfixiante en la que malvive un grupo de jóvenes cuya única preocupación es la supervivencia diaria, reto que superan a duras penas gracias a pequeños robos.
En este retrato coral confluyen también la religión -transcurre durante la celebración de la Semana Santa filipina- y la corrupción política con la celebración de unas elecciones en la que los votantes eligen a sus candidatos en función del dinero que les pagan y no de su ideología o de promesas que saben serán incumplidas.
La brutalidad policial también queda reflejada en un largometraje que impacta al espectador con escenas sórdidas como la de una joven que busca entre las aguas residuales del barrio la dentadura postiza que ha perdido y que previamente había robado.
Mendoza, que rodó "sin ningún permiso" y definió su acción como "cine de guerrilla", ha especificado que "en ningún momento" ha querido ser crítico con lo que muestra, sino tan sólo "enseñarlo".
Estas historias sin esperanza están acompañadas por una banda sonora creada a base de objetos hallados en el barrio en el que se rodó, que se integra en el relato y refuerza la exposición de una sociedad tan ruidosa como la filipina.
"Tirador", nombre con el que se conoce a los ladronzuelos en Filipinas, ha participado en los festivales de Toronto, Pusan, Marraquech, Singapur y Berlín, y se estrenará el 2 de julio en su país.
Hasta ahora la única reacción que conoce de sus compatriotas es la de las personas cuya vida ha recreado con total crudeza y, según Mendoza, sólo recibió felicitaciones porque les mostraba "tal como son, sin juzgarlos".
Robien Weng, premiado por sus cortos y documentales, no pudo acudir a la presentación en España de su primer largometraje, "Jin bi hui huan" (Fujian Blue), con la que ha conseguido ex aequo el galardón Dragons and Tigers del Festival Internacional de Vancouver.
Próximo al género documental y con actores no profesionales, el filme se adentra en el efecto de la globalización sobre la provincia de Fujian, en el Sudeste de China, donde se concentran aspirantes a emigrar atraídos por los destellos del capitalismo occidental, lo que implica familias rotas y víctimas del tráfico humano.
Lo hace a través de dos historias solapadas, la primera de las cuales está protagonizada por unos jóvenes que seducen a mujeres cuyos maridos trabajan en ultramar con el fin de chantajearlas tras fotografiar la infidelidad; el afán económico y la pérdida de la moral llevan al jefe de la pandilla a extorsionar a su madre.
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