Este artículo se publicó hace 15 años.
Mari Pau Domínguez recrea las pasiones prohibidas del enigmático Felipe II
Mari Pau Domínguez recrea en "La casa de los siete pecados" las pasiones prohibidas de Felipe II, un rey enigmático cuyas infidelidades "estaban en boca de todo Madrid" y cuyas contradicciones internas hacen de él un personaje literario ideal, según la escritora catalana.
Domínguez, quien presentó hoy en Madrid su última obra, ganadora de la primera edición del Premio CajaGranada de novela histórica, dotado con 180.000 euros, aseguró que sin lugar a dudas ésta ha sido su experiencia literaria "más gratificante", por la recreación "mágica y legendaria" de hechos históricos que ha debido hacer.
En "La casa de los siete pecados", su autora aseguró que uno de los mayores atractivos de este proyecto ha sido ambientar la novela en La Casa de las Siete Chimeneas, un edificio del siglo XVI que alberga actualmente el Ministerio de Cultura, en la madrileña Plaza del Rey.
"Es impresionante hablar de un edificio del siglo XVI con tanta leyenda y que todavía hoy pueda ser visitado", aseguró Mari Pau Domínguez, quien en su obra asegura que fue mandado construir por Felipe II como símbolo de los siete pecados capitales para servir de residencia a una de sus amantes, Elena Zapata, a quien casó con un capitán de los Tercios de Flandes.
Mari Pau recordó que la leyenda cuenta que en las noches de luna llena un espectro de mujer vestido de blanco aparece sobre las siete chimeneas y grita y se da golpes en el pecho "para martirizar la conciencia" de Felipe II por haberse desentendido de ella y después, supuestamente, haberla asesinado.
"Todo eso es leyenda", aseguró Domínguez, quien precisó que lo que sí es cierto es que a finales del XIX durante unas obras de rehabilitación de La Casa de las Siete Chimeneas apareció el cadáver de una mujer con siete monedas de oro en la mano de la época de Felipe II, "lo que disparó todas las hipótesis y también mi imaginación".
La escritora recrea la relación entre el rey y su joven amante Elena Zapata cuando está a punto de recibir a Ana de Austria, su cuarta esposa, y la permanente colisión que sus infidelidades creaban en un monarca absolutista y profundamente religioso.
Para Mari Pau Domínguez, "es difícil encontrar un personaje tan enigmático" como Felipe II, "tan amado como odiado", y probablemente "el rey más portentoso que ha dado la historia de España, con sus luces y sus sombras, aunque seguramente no fuera ni tan malo como lo pintan unos ni tan bueno como quieren hacer creer otros".
En su estudio bibliográfico de la época para la elaboración de la novela, la escritora visitó los archivos de la Casa de las Siete Chimeneas y constató que aún hoy hay trabajadores de la misma a los que la casa les transmite malas vibraciones, y destacó la dificultad de encontrar datos de un edificio del siglo XVI, "y más cuando tiene que ver con asuntos turbios de la realeza".
En su obra, Domínguez da fe de la relación "excesivamente correcta" que mantuvo Felipe II con Ana de Austria, aunque puntualiza que ella "sabía perfectamente cuál era su papel": darle un heredero al rey.
En su opinión, el terminó "amándola pero a su manera, no de la manera arrebatadora en que había amado a Isabel de Valois", su anterior esposa, y ella sufría en silencio sus infidelidades, "que estaban en boca de todo Madrid".
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