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María José Campanario, condenada a casi dos años de prisión

Ni ella ni su madre irán a prisión

PABLO COSANO

María José Campanario y su madre, Remedios Torres, han sido condenadas a un año y 11 meses de prisión por sendos delitos de estafa en grado de tentativa en el fraude contra la Seguridad Social consistente en lograr incapacidades laborales de forma ilegal y conocido como caso Karlos. La trama ha sido juzgada por la Audiencia Provincial de Cádiz. Ambas mujeres han sido, además, consideradas por los jueces 'cooperadoras necesarias en otros delitos de falsedad en documento oficial'.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, tanto la esposa del torero Jesulín de Ubrique como su madre supieron en todo momento que los cabecillas de la trama les gestionaban una incapacidad laboral para la madre que no era merecida y no una pensión por invalidez, como declararon ambas en el juicio. Ninguna de las dos ingresará en la cárcel al no tener antecedentes penales y no superar sus condenas los dos años de prisión, aunque, según recoge el ponente, tienen la 'condena social'.

La esposa de Jesulín conocía el fraude a la Seguridad Social, según la sentencia 

La sentencia añade que ambas mujeres tendrán que pagar multas de 1.800 y 720 euros respectivamente, así como parte de las costas del proceso, que ha tenido hasta 24 acusados. Su abogado, Francisco Baena Bocanegra, anunció que recurrirá la sentencia, informa Efe. '[Campanario] ha pregonado su inocencia y lo seguirá haciendo; las sentencias están para respetarlas, pero también para disentir de ellas y la vamos a re-currir', añadió la defensa.

El considerado por la sentencia como 'ideólogo' de la trama, el exjefe de la Policía Local de Ubrique Carlos Carretero, también ha sido condenado (cumpliendo así el pacto de culpabilidad alcanzado con la Fiscalía) a cuatro años de prisión y una multa de 3.000 euros por delitos continuados de estafa y cooperación necesaria para falsedad en documento oficial. La Audiencia recoge la peculiar manera de ser de Carretero, al que califica de 'manipulador y comprador de voluntades', así como una persona que es (citando palabras extraídas de las escuchas realizadas al propio condenado) 'un sinvergüenza que sabe jugar con la gente', que sabe 'dar coba' y al que le gusta 'trincar billetitos'.

Su defensa dice que recurrirá el fallo porque es 'inocente'

Otro cabecilla de la trama, el inspector médico de la Unidad de Valoración de Incapacidades de Cádiz, Francisco Casto Pérez Lara, ha sido condenado a nueve años y medio de cárcel. El facultativo ha obtenido esta elevada pena debido a su condición de funcionario público y la especial gravedad de los delitos cometidos desde su puesto, precisamente instaurado por la Administración para evitar el fraude que, según la sentencia, urdió junto a Carretero. Ha sido condenado a cinco años y medio de prisión por delitos de falsedad documental, estafa y actividades prohibidas a funcionario público y a cuatro años por cohecho. Deberá abonar una multa de 9.000 euros.

La sentencia considera probado, además, que las voces que se oyen en los pinchazos telefónicos realizados entre 2005 y 2006 corresponden en todos los casos con los imputados.

 

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