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María Toledo, la flamenca de las uñas rojas, debuta en el Festival Bankia

EFE

María Toledo es "rara". Nacida en la ciudad a la que ha "robado" el apellido y sin antecedentes familiares "siempre" supo que lo suyo era el flamenco y "se hizo" cantaora, y estudió piano, y Derecho, y, de remate, tiene la convicción de que sin las uñas rojas pierde, como Sansón, la fuerza.

Por eso ha querido que su segundo disco, que ya está grabado aunque aún no tiene fecha de salida y que edita, como el primero, Warner, se titule "Uñas rojas", porque sin ellas, dice en una entrevista con Efe, no es la misma.

"Es como si perdiera el pelo. Representan además la superación porque me las mordía y poder pintármelas fue un reto. Es el color que me ha acompañado en mis momentos más importantes", relata la artista (1983), que mañana clausurará en el Price, junto a Arcángel, la XX edición del Festival Bankia de Flamenco.

Está "súper contenta" con el resultado del disco, que produce Óscar Gómez, y en el que colabora con la Sinfónica de Praga y con artistas como Diego Carrasco o María Jiménez, a la que quiere "a rabiar" porque fue la que la animó a "enseñar" lo que sabía hacer al piano y cantando.

"La unión del piano, que empecé a estudiar en el conservatorio con 8 años, y el flamenco es casual. Son dos mundos que me apasionan y que se encontraron. Interpretaba cuando nadie me veía, hasta el día que María me escuchó. Es muy amiga mía y le gusta muchísimo lo que hago".

Y no es la única a juzgar por los premios que ya se ha llevado, como el primero de los noveles del Festival del Cante de Las Minas, otro primero de la Bienal de Cádiz o a los cantes de compás en Mairena del Alcor.

María Rodríguez del Álamo pertenece a una familia "normal", sin vínculo con el "artisteo" pero, admite, sus padres son muy aficionados al flamenco, "y de escuchar, de ir a fiestas con ellos" pues eso, que le gustó y lo quiso hacer ella.

Entre medias la "apuntaron" al conservatorio y ella eligió el piano "por su variedad de sonidos", por su gran capacidad armónica.

Aunque compone la mayoría de sus canciones, música y letra, asegura que sin lo que no puede vivir es sin cantar, como su admirada Diana Krall, con quien la han comparado.

"Madre mía, eso es un poco fuerte, quizá lo digan -aduce modesta- porque tenemos un parecido físico", melenón rubio incluido.

Está colegiada e hizo sus prácticas en un bufete especializado en Derecho Penal pero a ella lo que le gusta es la Propiedad Intelectual y desde esa perspectiva cree que, "ahora más que nunca, los cantantes se tienen que involucrar en todo el proceso".

"Antes con cantar tenías bastante, pero ahora toca sacrificarse e intentar controlarlo todo, aunque más trabaja mi padre levantándose cada día a las seis de la mañana para ir a la fábrica", precisa Toledo, que remacha que "cantar es un placer, no un trabajo" y que ser intérprete "no es sinónimo de ganar dinero".

En su concierto de debut en el Bankia de Flamenco interpretará mañana, acompañada de Jesús del Rosario a la guitarra, Lucky Losada al cajón, David Moreira al violín y Yelsy Heredia al contrabajo, palos tradicionales, como la soleá, la petenera, la cantiña y la bulería.

"El flamenco no es nuevo ni viejo y lo mío no es nuevo flamenco sino una nueva visión del flamenco", subraya.

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