Este artículo se publicó hace 16 años.
Mario Camus vuelve al cine después de cinco años con "El prado de las estrellas"
Con casi medio siglo de profesión y responsable de títulos como "Los santos inocentes" o "La colmena", Mario Camus presentaba hoy "El prado de las estrellas", la cinta que le devuelve al cine tras cinco años de ausencia y que le ha valido la candidatura al Goya para los actores Álvaro de Luna y Óscar Abad.
Reconocía Camus que no es habitual que espacie tanto sus trabajos. No se ponía tras las cámaras desde que rodó "La playa de los galgos" en 2002, pero, según afirmaba, este retiro "no es por voluntad propia, sino porque con la edad uno ya no lucha tanto por los proyectos y los que quedamos de mi generación somos unos supervivientes".
Para su regreso -el film se proyectará en las salas a partir del próximo viernes- el realizador cántabro ha elegido ese tipo de películas que le gusta hacer, según asegura, retratando la tierra donde ha nacido y reside actualmente, y "buscando las distancias cortas", como lo hiciera en otras de sus películas.
Con un reparto coral formado por Álvaro de Luna, Marian Aguilera, José Manuel Cervino, Antonio de la Torre, Rodolfo Sancho y el ciclista Óscar Abad, "El prado de las estrellas" recoge las inquietudes y diferentes relaciones que se generan entre un grupo de personas de diferentes edades a las que ha unido la casualidad, y en las que prima un sentimiento altruista.
El detonante es el encuentro entre Martín, un joven ciclista a quien da vida Óscar Abad, y Alfonso, un aficionado interpretado por Álvaro de Luna que lo descubre cuando entrena, y a quien ayuda para convertirlo en un campeón.
Su trabajo junto a Camus les ha aportado sendas candidaturas a Mejor Actor Revelación, en el caso de Abad, y Mejor Interpretación para De Luna, quien concedía parte del mérito al trabajo del director.
"En casi todas sus películas hay un trabajo de interpretación inteligente, minucioso, y muy cercano: de tripas", aseguraba De Luna recordando la interpretación que hicieron Paco Rabal y Alfredo Landa en "Los santos inocentes", y por la que fueron galardonados en Cannes en 1984.
Era su década dorada; una época de la que el realizador cántabro asegura continuar sintiendo "el calor de determinado grupo de espectadores, pero que ya no son numerosos. No se puede estar añorando los 80", sentenciaba.
En esta nueva apuesta de futuro, Camus utiliza como pretexto el ciclismo -deporte al que confiesa ser aficionado desde niño- para narrar una historia que él mismo ha escrito y que "reivindica la generosidad, la amistad y la entrega" de la que hacen gala todos los personajes.
Junto a actores veteranos como De Luna, De la Fuente o Cervino, el cineasta ha seleccionado actores jóvenes como Rodolfo Sancho -quien recordaba durante la presentación que su primer trabajo en cine fue con Camus a los seis años-, Marian Aguilera y Óscar Abad, ciclista profesional, que afirmaba que su primera experiencia frente a las cámaras ha sido "un desembarco a lo bestia, casi al revés de lo que suele ocurrir".
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