Este artículo se publicó hace 16 años.
Marruecos y Polisario acuden a una tensa tercera ronda de negociaciones sobre el Sahara
El Gobierno marroquí y el Frente Polisario acudirán el lunes a la tercera ronda de negociaciones sobre el Sahara Occidental auspiciada por la ONU en un nuevo clima de tensión y sin indicios de cambios en sus distanciadas posiciones.
Las dos delegaciones comenzarán tres días de diálogo con una cena en el complejo Greentree de la localidad de Manhasset, en las afueras de Nueva York, escenario de las dos rondas previas en las que medió el enviado especial de Naciones Unidas, Peter van Walsum.
Al igual que en la anterior ocasión, la delegación de Marruecos la encabezará el ministro del Interior, Chakib Benmusa, mientras que la del independentista Frente Polisario lo dirigirá uno de sus representantes más destacados, Mahfud Ali Veiba.
A la cita también asistirán delegados de Argelia y Mauritania, en calidad de países vecinos.
Esta tercera ronda se celebrará en medio de un aumento de la tensión entre Rabat y los saharauis, particularmente tras la advertencia del Polisario en su XII Congreso celebrado en diciembre de que está dispuesto a librar "una larga guerra" si fracasan las negociaciones.
El representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, dijo a Efe que este tercer encuentro en Manhasset debe tener un "resultado sustancial" si se quiere mantener vivo el diálogo iniciado este año y no poner en cuestión el alto el fuego supervisado desde 1991 por la ONU.
"Las negociaciones no pueden convertirse en un fin en sí mismas, que es lo que quiere Marruecos", agregó.
Bujari instó a Marruecos a que renuncie a la "imposición" de centrar las conversaciones en la propuesta de autonomía ofrecida el año pasado por Rabat, y acepte que se discuta la inclusión de la independencia como una alternativa en un futuro referéndum.
De lo contrario, indicó el representante del Polisario, "la perspectiva de un fracaso en Manhasset menguaría la credibilidad de la ONU y nos empujaría a todos hacia lo desconocido".
Sin embargo, Rabat no ha ofrecido hasta el momento indicio alguno de haber cambiado su negativa a discutir algo más que su propia propuesta.
El ministro marroquí de Exteriores, Taib Fassi Fihri, aseguró la semana pasada en una entrevista con varios periódicos de su país que "Marruecos espera un avance sobre el debate de los detalles de su propuesta de autonomía" en esta tercera ronda.
En ese sentido, afirmó que "no espera ni un milagro ni un fracaso" en esta nueva ronda.
Rabat acude a la mesa de negociaciones tras presentar una queja al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por la celebración en diciembre del Congreso del Polisario en la localidad de Tifariti.
La región es considerada por Marruecos una "zona tapón", no armada, entre el Sahara Occidental y las fronteras argelinas, y a juicio de las autoridades marroquíes la celebración del Congreso supuso una "violación del alto el fuego".
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