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Martinsa renegocia los 3.900 millones de deuda que le quedó tras el concurso de acreedores

EUROPA PRESS

Martinsa Fadesa negocia con sus principales bancos acreedores plantear un plan para reestructurar su deuda concursal, que actualmente se sitúa en 3.900 millones de euros, informó la inmobiliaria, que hace casi tres años superó el mayor concurso de acreedores de la historia.

La compañía que preside y controla Fernando Martín vuelve a negociar con sus acreedores financieros después de que en enero reconociera que no pudo pagar la cuota de deuda (unos 39 millones de euros) prevista en el convenio de acreedores con el que superó la suspensión de pagos. En la nueva negociación con la banca, Martinsa también ha planteado la necesidad de reequilibrar su situación patrimonial y la posibilidad de transformar 'una cantidad de créditos en préstamos participativos'.

En respuesta a un requerimiento de información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía apunta que 'podría plantearse' que sus acciones volvieran a cotizar en Bolsa una vez que se aprobara el referido plan de reestructuración con los principales acreedores. Para volver a cotizar en el mercado, Martinsa deberá solicitar al supervisor el levantamiento de la suspensión de negociación que emitió a mediados de julio de 2008, cuando la inmobiliaria se declaró en concurso.

En la información remitida a la CNMV, la inmobiliaria detalla su actual situación financiera. Así, indica que no pudo cumplir con el pago de deuda previsto en el acuerdo con que salió de concurso por presentar un 'desfase de tesorería' de 44 millones. Además, a cierre de 2013, a la inmobiliaria le eran exigibles créditos no hipotecarios con privilegio especial por importe de 309 millones de euros. Asimismo, tenía cuotas impagadas de préstamos hipotecarios por 355 millones de euros más. Por todo ello, Martinsa considera que 'no se dan las condiciones para levantar la suspensión de cotización' de sus acciones, si bien deja abierta la posibilidad de 'plantearse' solicitar el levantamiento una vez cierre las cuentas del ejercicio 2013, se transformen los créditos en participativos y se apruebe el plan de reestructuración de deuda por parte de los principales acreedores.

La CNMV ha pedido también explicaciones a la empresa por publicar en su página de Internet el aviso de que no podría pagar la cuota anual de deuda el 17 de enero, diez días antes de remitirlo al supervisor en forma de hecho relevante. La inmobiliaria lo achaca a una 'descoordinación' de la empresa, por la que 'se publicó la notificación preparada para la comunicación particular a acreedores, cuya remisión (al supervisor) estaba prevista una vez se aprobada por el consejo de la administración'.

En virtud del convenio de acreedores con que en marzo de 2011 emergió del mayor concurso de la historia, la inmobiliaria se comprometió a amortizar toda su deuda íntegra (sin quitas) en un periodo máximo de diez años (ocho años prorrogables a otros dos), si bien para los primeros ejercicios se fijaron pagos equivalentes a entre un 0,5% y un 1% del pasivo. Asimismo, el convenio contempla la posibilidad de que los bancos acreedores canjeen deuda por acciones en el caso de que Martinsa no pague en el plazo límite de diez años.

Casi tres años después de emerger de la suspensión de pagos, la inmobiliaria registra números rojos. A cierre del pasado mes de septiembre, registró una pérdida neta de 322,8 millones de euros y presentaba un patrimonio neto negativo, mientras que su endeudamiento se situaba en 3.094 millones de euros. En cuanto a la actividad de la empresa, entre enero y septiembre de 2013 entregó y facturó 249 viviendas, frente a las 611 un año antes. Del total de pisos entregados, el 58% se localizan en España. Martinsa está además presente en Francia, Marruecos, México, Rumanía, Hungría, Polonia, Bulgaria y República Checa, negocio internacional que no se vio afectado por el concurso de acreedores.

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