Este artículo se publicó hace 14 años.
Más municipios se suman a albergar el almacén nuclear
Más de una decena de pequeños municipios han presentado su candidatura a albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, cuyo plazo de inscripción finalizó el sábado, aunque el Ministerio de Industria aún no ha facilitado el número definitivo.
En las últimas horas hábiles para solicitar la polémica inversión, que albergaría residuos nucleares durante 60 años, municipios de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura se sumaron a la carrera, aunque la cifra podría ser superior porque los pliegos podrían tardar días en llegar a Industria.
Villar del Pozo, en Ciudad Real, se unió a otros dos municipios manchegos, Yebra en Guadalajara y Villar de Cañas en Cuenca, en la pugna por el almacén nuclear, mientras el presidente de la región, José María Barreda insistió en su oposición al proyecto.
"Como presidente de Castilla-La Mancha estoy en contra de que se instale en mi comunidad autónoma una instalación de esa naturaleza (...) lo estoy diciendo muy claramente cada vez que tengo ocasión", declaró Barreda antes de la reunión del comité federal de su partido.
La vecina Castilla y León, cuyo Ejecutivo regional ha condicionado una posible aceptación del cementerio nuclear en su territorio a cambio de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero reconsidere el cierre de la central de Garoña, contará con cinco candidatas.
A las ya conocidas de Melgar de Arriba y Santervás de Campos, ambas en Valladolid, y Torrubia de Soria se ha sumado Congosto de Valdabia (Palencia) y Santiuste de San Juan, (Segovia), según diversos medios.
En Extremadura, un pequeño pueblo de Cáceres llamado Albalá también quiere que las instalaciones se ubiquen en sus terrenos.
"Soy médico, lógicamente no cambio economía ni dinero por salud", dijo el alcalde de la localidad cacereña, Pascual Vicente en declaraciones a TVE, mostrando su oposición al cementerio.
Ascó en Tarragona y Zarra en Valencia, cierran por ahora la quiniela.
Todos los municipios excepto Ascó, con una población censada de 1.608 personas, tienen menos de 1.000 habitantes, siendo Torrubia el más pequeño de todos con apenas 79 vecinos.
La ubicación del cementerio nuclear ha dividido a partidos políticos y administraciones locales y autonómicas. También ha generado concentraciones ciudadanas a favor y en contra del mismo.
QUEJAS DE POBLACIONES LIMÍTROFES
Muchos ayuntamientos próximos a las localidades candidatas han expresado su oposición y los grupos ecologistas han expresado su protesta, alegando que los deshechos continuarán siendo tóxicos durante miles de años.
"Un problema de primer orden de magnitud, desde el punto de vista social, medioambiental y económico, como el de los residuos radiactivos, no se puede resolver sin un previo consenso social y político, que únicamente podrá alcanzarse poniendo sobre la mesa previamente un calendario de cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares", dijo Greenpeace en un comunicado cuando Ascó presentó su candidatura.
300 puestos de trabajo durante su construcción y más de un centenar durante su vida útil -, mientras que sus detractores denuncian la elevada radiactividad de los residuos, que tienen una vida de cientos de miles de años.
El Gobierno estima que las centrales nucleares han acumulado 6.700 toneladas de residuos y no tendrán dónde almacenarlos a partir de 2013.
En 2004, el Congreso aprobó la construcción del almacén centralizado para los residuos de alta actividad, y el organismo nuclear de las Naciones Unidas instó a acelerar los esfuerzos en 2008.
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