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¿Más pacientes deberían seguir tomando aspirina antes de una cirugía?

Reuters

Por Megan Brooks

La práctica de interrumpirempíricamente el tratamiento crónico con aspirina antes de unacirugía "debería abandonarse", según concluyen los autores deuna revisión de la literatura médica.

Los expertos aseguran que hallaron evidencia en una búsquedaen PubMed y Medline que "respalda sólidamente" la continuidadperioperatoria del uso de la aspirina en los pacientes bajotratamiento de prevención cardiovascular secundaria.

"Muchos pacientes deben utilizar de por vida la aspirina pordistintas indicaciones cardiovasculares y (...) en un conjuntoselecto de cirugías, los riesgos de suspender la aspirinaexceden los beneficios", indicó el doctor Neal Stuart Gerstein,del Departamento de Anestesiología y Cuidados Críticos de la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque.

"El riesgo cardiovascular del paciente (que es el motivo porel que utiliza la aspirina), la excesiva hipercoagulación queprovoca el acto quirúrgico y el síndrome de abstinencia a laaspirina crean la tormenta perfecta que eleva significativamenteel riesgo de que el paciente sufra de un infarto cardíaco o unaccidente cerebrovascular", agregó Gerstein.

La suspensión rutinaria de la aspirina entre siete y 10 días antes de la cirugía "no está justificada", asegura el equipo enla edición de mayo de Annals of Surgery.

Pero el doctor P.J. Devereaux, de Ontario, en Canadá, que noparticipó de la revisión, consideró que sería "prematurohacerles creer a los médicos que suspender el uso del ácidoacetilsalicílico o ASA antes de la cirugía es un enfoqueequivocado. Los autores tendrían razón, pero la evidencia quelos respalda es muy débil".

Devereaux es miembro del Instituto de Investigación de SaludPoblacional, el Instituto David Braley de InvestigaciónCardíaca, Vascular y del ACV, y la Unidad de Cirugía y MedicinaPerioperatoria de Hamilton.

Más de 50 millones de adultos de Estados Unidos toman unaaspirina todos los días para la prevención primaria y secundariade la enfermedad cardiovascular.

Suspender o no el tratamiento antes de una cirugía es undebate abierto, ya que suspenderlo puede causar un fenómeno derebote plaquetario y un estado protrombótico favorable a losefectos cardíacos adversos, según resume el equipo de Gerstein.

Aun así, en la práctica se suspende el uso de aspirina antesde una cirugía programada por temor a las hemorragias.

Pero el equipo concluye que las cirugías en determinadossitios anatómicos, como el oído medio, la cámara posterior delojo, el cráneo o la zona intramedular de la columna, y, quizás,la prostatectomía transuretral, son los procedimientos con mayorriesgo de provocar hemorragias con complicaciones en pacientesbajo tratamiento con aspirina.

Además, "los riesgos trombóticos de la cesación del uso deaspirina en los pacientes de riesgo suelen superar los riesgosmenores de sangrado en la gran mayoría de las cirugías".

Los autores aclaran que casi todos los estudios revisadosson observacionales y retrospectivos. "Se necesitan con urgenciaestudios aleatorizados prospectivos para evaluar cuál sería laestrategia perioperatoria más adecuada para el tratamiento conaspirina", agregaron.

El ensayo POISE-2, en el que participa Devereaux, prometedar algunas respuestas. Es un estudio aleatorizado y controladosobre 10.000 pacientes que está evaluando el efecto del usoperiquirúrgico de ASA en cirugías no cardíacas.

"Participan más de 20 países y contamos con más de 3.700pacientes; completaremos la convocatoria en el verano (boreal)del 2013", dijo Devereaux.

"El comité independiente que evalúa la seguridad y lacalidad de la información analizó datos abiertos después de que2.500 pacientes finalizaron los primeros 30 días de seguimiento.Recomendó de manera unánime continuar el ensayo. La mitad deesos pacientes estaban bajo tratamiento crónico con ASA",explicó.

Devereaux participó también de un ensayo aleatorizadocontrolado del doctor Jean Mantz, del Hospital Universitario deBeaujon, en Clichy, Francia, publicado en el 2011 en BritishJournal of Anesthesia.

Allí, el equipo había evaluado el efecto de mantener osuspender antes de la cirugía el uso crónico de aspirina en elriesgo de desarrollar coágulos sanguíneos o tener hemorragiasdespués de una cirugía no cardíaca programada.

Devereaux comentó que el equipo no pudo detectar un aumentode los efectos adversos cardiovasculares en los pacientes quesiguieron tomando aspirina en la etapa perioperatoria.

FUENTE: Annals of Surgery, mayo del 2012

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