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Máxima tensión en Tailandia con la represión de las protestas

Reuters

Las tropas tailandesas abrieron fuego el viernes contra los manifestantes antigubernamentales en su intento de levantar un cordón de seguridad alrededor del lugar de la protesta, convirtiendo el distrito de comercial de Bangkok en un campo de batalla.

Los soldados dispararon gases lacrimógenos, balas de goma y de verdad contra los "camisas rojas", que arrojaban piedras y lanzaban proyectiles de fabricación casera en las tres carreteras que rodean el distrito comercial del centro de Bangkok que han ocupado durante casi seis semanas, dijeron testigos.

Las tropas dijeron que los manifestantes estaban armados.

La nueva ola de violencia estalló después de que un general renegado, que había estado asesorando a los "camisas rojas" en estrategia militar, recibiese un disparo en la cabeza que le dejó gravemente herido mientras hablaba con un periodista extranjero justo fuera del parapetado campamento.

Dos personas murieron y al menos 45 resultaron heridas, incluidos tres periodistas, desde que comenzaron los disturbios el jueves por la noche, según fuentes hospitalarias y testigos.

Un periodista canadiense con sede en Bangkok, que trabaja para la cadena de televisión France 24, estaba entre los heridos, dijo la cadena. Dos periodistas tailandeses también recibieron disparos.

El Ejército dijo que no había planeado una represión en el principal escenario de la protesta, donde miles de manifestantes "camisas rojas", incluidos mujeres y niños, se han congregado, protegidos por murallas hechas de neumáticos y de maderos empapados con gasolina y coronadas por alambre de espino.

"Permitiremos a los manifestantes que dejen hoy el área", dijo el portavoz del ejército Sansern Kaewkamnerd a los periodistas, añadiendo que las autoridades intentaban precintar el campamento, cortando los suministros y limitando el tamaño del número de los allí reunidos.

Subrayando las sospechas de que algunos miembros de las fuerzas de seguridad podrían simpatizar con los "camisas rosas", un policía tailandés disparó contra los soldados para ayudar a un manifestante herido, dijo un testigo de Reuters. Un portavoz policial negó este hecho.

La crisis, en la que han muerto 31 personas y más de 1.400 han resultado heridas desde abril, ha paralizado partes de Bangkok, atemorizado a los inversores y ha empezado a socavar la gran economía del país.

Miles de manifestantes permanecen desafiantes, cantando siguiendo música en directo sobre un escenario y pidiendo a Abhisit que disuelva el parlamento inmediatamente.

"Abhisit debe asumir la responsabilidad política. De otra forma, habrá más caos", dijo el líder opositor Nattawut Saikua a Reuters. Algunos de los líderes de la protesta, incluido el presidente del movimiento, no han sido visto en el campamento durante varios días.

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