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Mayor Oreja: "No sabemos dónde estamos, y ni mucho menos sabemos a dónde queremos llegar".

El ex ministro de Interior con Aznar Mayor asegura que España se encuentra ante la situación 'política, social y económica más crítica y más difícil de cuantas hemos vivido'

EUROPA PRESS

El eurodiputado y exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ha advertido contra el 'relativismo' que ha llevado a España a estar hoy en una situación en la que 'no tenemos ni dirección ni proyecto político común', según ha afirmado en el discurso que ha pronunciado con motivo de su investidura como doctor Honoris Causa por la Universidad católica San Antonio de Murcia (UCAM).

Mayor Oreja ha hecho estas declaraciones en el Templo de Los Jerónimos de la UCAM, donde ha estado acompañado por el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, catedrático y director de la Cátedra de Ética, Política y Humanidades de esta Universidad, que ha pronunciado el Laudatio previo a su investidura y que ha apadrinado al nuevo doctor. Además, el acto ha contado con la presencia del arzobispo Manuel Ureña; el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes; el delegado del Gobierno en la Región, Joaquín Bascuñana; el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza; el alcalde de Murcia y secretario regional del PP, Miguel Ángel Cámara.

En su intervención, Mayor Oreja ha recordado que la época de la Transición, cuando él comenzó su andadura política, 'sabíamos dónde estábamos y adónde queríamos llegar y cómo debíamos ir', pero lamenta que ahora 'no sabemos dónde estamos, parecemos agotados y ni mucho menos sabemos a dónde queremos llegar'. Ha criticado que el relativismo es 'la negación de la verdad', y para salir de la actual situación ha apostado por comprender que este fenómeno 'del que nace la crisis, pretende transformarnos a todos'.

Mayor Oreja ha lamentado que la España actual parece el 'reverso' de la España que supo hacer la Transición, y ha considerado que nos encontramos ante la situación 'política, social y económica más crítica y más difícil de cuantas hemos vivido', porque la ilusión, la confianza, la esperanza y la determinación 'se han tornado en desilusión, desconfianza, desesperanza y parálisis'. Ha añadido que esta crisis 'arrastra a las instituciones políticas, sociales y culturales que hasta hace bien poco considerábamos seguras y merecedoras de nuestra confianza', de forma que 'la sensación es que se están alumbrando tiempos nuevos, y la incertidumbre sobre lo que nos traerán está más que justificada', ha añadido el eurodiputado'.

A la hora de buscar una explicación a esta situación, Mayor Oreja descarta que la culpa la tenga el proyecto que se puso en pie durante la Transición, ya que 'era un buen proyecto'. Al contrario, cree que lo que ocurre es que 'sobre él han actuado fuerzas culturales, políticas y sociales que no lo son'. Considera que han actuado con especial insistencia sobre las bases de 'nuestro modelo de 1978', precisamente porque 'encontraban en él un obstáculo a sus pretensiones. Y esas fuerzas 'no son otras que las del relativismo, nuestro principal adversario, que están logrando su propósito', ha añadido.

A su juicio, un bienestar 'que desconocíamos, la comodidad, el vivir por encima de nuestras posibilidades' nos hicieron 'perder el norte y nos pusieron a merced del relativismo' que, finalmente, alcanzó el gobierno'. En su opinión, es una equivocación 'culpar' a los demás, 'a las instituciones financieras, a los mercados, a los políticos', ya que considera que 'lo que está en crisis es la persona, está dentro de nosotros mismos'. Por tanto, añade que la solución 'no podrá venir sólo de reformas institucionales, será necesario que cambiemos de actitud'. Por ello, apuesta por 'ser capaces ahora de refundar, reordenar, reformular, los espacios políticos, los partidos políticos de la derecha y de la izquierda, sus puntos de encuentro y lo que sea necesario'.

En este sentido, considera que hoy 'domina lo más cómodo, lo más egoísta, lo más fácil, lo más autocomplaciente se ha impuesto'. Así, remarca que el proyecto que ejecutó el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero 'fue un proyecto relativista radical', pero cree que pudo ir tan lejos 'porque esa actitud había ido penetrando ya en nuestra sociedad, en nuestra conciencia'.

En primer lugar, ha advertido de la relativización del derecho a la vida, y ha criticado que, a su juicio, el aborto como derecho, 'expresión máxima del último proyecto del Gobierno socialista' es 'el hecho mas grave que ha producido ese proyecto de ingeniería social'. En segundo lugar, ha lamentado la 'relativización de España' y 'el peligro que constituyen los movimientos nacionalistas tanto en el País Vasco como en Cataluña'. A su parecer, 'algunos no han comprendido la gravedad del desafío y han preferido marcar distancias con quienes hemos defendido una posición de firmeza frente a la coacción'.

En este sentido, ha reivindicado el país como 'una potencia cultural de primer orden no sólo por su historia sino por la fortaleza de nuestra lengua común en el mundo'. Sin embargo, lamenta que 'ni siquiera una obviedad así ha servido para unirnos y cohesionarnos'. Por el contrario, señala que 'en una actitud suicida, se impide o se obstaculiza la educación en español'.

A su parecer, 'no se ha aplicado el esfuerzo, el vigor, la tenacidad suficiente para fortalecer el proyecto de España, especialmente en las Comunidades en las que sus adversarios han tenido y tienen la obsesión de debilitarlo'.

En tercer lugar, ha advertido sobre la 'relativización del nacionalismo y de ETA' cuyo alcance 'no se llega a comprender'. 'No sólo es una organización terrorista, es sobre todo un proyecto totalitario de ruptura', ha manifestado.

En su opinión, 'cada pacto con ETA, cada negociación, cada tregua, cada proceso posterior a estos acuerdos ha significado un balón de oxígeno y un fortalecimiento político de su proyecto de ruptura, hasta llegar a su legalización y su legitimación'.

En cuarto lugar, ha remarcado la relativización de la Constitución Española, que ha sido 'devaluada especialmente mediante reformas de Estatutos de autonomía, como el catalán'. Asimismo, ha lamentado que 'la ideología de género, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto como derecho rompen ese siempre difícil equilibrio'.

Durante su intervención, Aznar ha remarcado 'lo profundo que ha llegado a calar la crisis en la sociedad', y lo 'difícil que está siendo encauzar el rumbo de nuestro país'. Y es que 'hemos perdido buena parte de nuestros acivos sociales, culturales y políticos, así como las referencias comunes valiosas sobre las que se apoyaba nuestra convivencia', ha advertido.

Aznar ha manifestado que 'hemos perdido incluso la memoria compartida ligada a nuestro gran pacto constitucional'. Por tanto, ha considerado 'necesario' reconstruir desde su base 'un proyecto nacional real, para que nos devuelva al camino del progreso'. Se trata de un proyecto político 'donde se apoya todo lo demás', ha afirmado.

'En ocasiones puede parecer que la tarea que tenemos por delante es excesiva, casi imposible', pero ha recordado que España 'ha superado grandes problemas y los superará de nuevo si somos capaces de actuar unidos y si nuestra vida nacional encuentra las referencias sólidas'.

El ex presidente ha afirmado que en unos momentos de grave crisis política e institucional como estos 'se necesitan personas de referencia en las que la inmensa mayoría se reconoce porque ve en ellos un modelo de valor'.

Precisamente, Aznar ha alabado la figura de Mayor Oreja, a quien ha ensalzado como una persona 'de referencia', 'firme en sus convicciones', cuya 'lealtad a unos valores y su aplomo' es 'a veces, incómodo para muchos'. Precisamente, ha remarcado que se trata de una de esas personas 'que valen mucho no sólo pro lo que han hecho en política, sino por lo que son'.

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