Las acusaciones de corrupción que pesan sobre dirigentes del PP en el caso Gürtel están 'bien fundadas' para una mayoría de los ciudadanos, y así lo constata el Publiscopio elaborado entre los pasados días 10 y 12. El sondeo certifica cómo el 50,9% de los entrevistados considera que hay base cierta para las acusaciones. Por franjas ideológicas, resulta relevante que casi un tercio (27%) de los votantes del PP suscribe ese diagnóstico, abrumadoramente mayoritario entre los afines al PSOE (71%).

Un 30% señala la casilla del 'no sabe/no contesta' en la pregunta sobre si están bien fundadas las acusaciones, lo que denota que el caso, destapado el 6 de febrero, no ha alcanzado aún su grado máximo de penetración. El estudio confirma que la idea motriz martilleada por los conservadores la operación esconde 'una campaña contra el PP' ha calado en su electorado: lo cree así el 42% de sus votantes, porcentaje que en la muestra global se despeña hasta el 19,1%.

En ese 50,9% que cree fundadas las acusaciones, se incluyen aquellos (12,6%) convencidos de que, aun habiendo cimientos sólidos para el caso, este también constituye una 'campaña contra el PP'.

Que el cénit de penetración no ha llegado se evidencia en la pregunta sobre si los entrevistados creen o no implicados a diversos dirigentes del PP. Aquí, el índice de 'no sabe/no contesta' oscila entre el 48% de Mariano Rajoy y el 76,3% del ex ministro José María Michavila, cuyo bufete asesoró a varios imputados. Es Rajoy quien sale mejor parado: el 42,6% lo exonera. La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, suscita las mayores sospechas: el 23,4% cree que está involucrada. Le sigue su homólogo valenciano, Francisco Camps (22,9%), el principal aforado señalado por el juez Garzón.